miércoles, 19 de noviembre de 2008

ADICCION

Descripción
Es un síndrome constituido por conjuntos de signos y síntomas característicos, motivada por un impulso irresistible a ejecutar algo irracional o contrario a la voluntad de quien lo ejecuta. Existen adicciones tanto a sustancias psicotrópicas como a actividades y hasta a ciertas relaciones. Se conocen distintos tipos de adicciones, tales como las debidas a: Sustancias psicotrópicas, incluyendo alcohol, nicotina y otras drogas. Drogas prohibidas Trabajo. Comida o algunos componentes comestibles tales como el azúcar o la grasa. Sexo o actividad sexual. Juegos de azar. Etc.
Causas
El origen de la adicción es múltiple: existen factores psicológicos, biológicos, genéticos y sociales. La naturaleza exacta de la adicción continúa siendo motivo de análisis. Ciertos estudios recientes demuestran que pueden existir algunos cambios neuroquímicos en las personas adictas, y que además podría existir una predisposición biogenética a desarrollarla.
Síntomas
Algunos de los síntomas típicos de la adicción son: Daño o deterioro progresivo de la calidad de vida de la persona debido a las consecuencias negativas de la práctica de la conducta adictiva. Pérdida de control caracterizada por una práctica compulsiva de la conducta adictiva. Negación o autoengaño que se presenta como una dificultad para percibir la relación entre la conducta adictiva y el deterioro personal. La continuidad de la práctica, a pesar del daño personal y familiar involucrado como consecuencia.
Diagnostico
Como es habitual que el paciente adictivo no perciba su enfermedad, ésta suele ser detectada por alguien de su entorno, quien reconoce en él una conducta compulsiva.

DEPRESIÓN

Descripción
Descripción La tristeza y la melancolía son dos sentimientos presentes en algún momento de la vida de todas las personas, al igual que la alegría y el placer. Los dos primeros no son en sí patológicos, pero en algunas ocasiones pueden llegar a serlo para ciertas personas. Cuando el estado de ánimo de un individuo, en un determinado momento de su vida, sufre sentimientos severos y prolongados de tristeza o síntomas relacionados que afectan a su capacidad para relacionarse con otros, trabajar o afrontar el día, la tristeza se convierte en una enfermedad, que se conoce como depresión. Esta puede ser detonada por algún tipo de pérdida o desgracia, pero su duración se extiende más allá de lo razonable. Coexiste con, al menos cuatro de los siguientes síntomas: trastornos del sueño, trastornos del apetito, desinterés por las actividades cotidianas, disminución de la capacidad de experimentar placer, dificultad para concentrarse, fatiga fácil, desinterés sexual, pérdida de la autoestima, sentimientos de culpa, desesperanza, ataques de llanto, angustia e impaciencia, irritabilidad, jaqueca o trastornos digestivos y deseos de morir e ideas de suicidio.
Causas
Aunque existen sucesos que de por sí puedan detonar una depresión -en estos casos se habla de depresión “reactiva”-, también existen depresiones que no muestran relación con ningún suceso en particular –en estos casos se habla de depresión “endógena”-. Puede haber trastornos físicos que influyen: la intoxicación alcohólica, el tratamiento para dejar la adicción al alcohol o a alguna droga, el consumo prolongado de tranquilizantes, corticosteroides o medicamentos para tratar la hipertensión. Ciertas infecciones (SIDA, tuberculosis, sífilis), trastornos hormonales (enfermedad de Addison o de Cushing o problemas tiroideos), trastornos neurológicos (tumores cerebrales, esclerosis múltiple) y nutricionales (pelagra, anemia perniciosa) pueden también originar cuadros de depresión. Finalmente, hay rasgos de la personalidad o tendencias familiares por las que algunas personas son más propensas a sufrir depresión que otras.
Síntomas
Los problemas depresivos más comunes son tres, según la clasificación que realiza la Asociación Americana de Psiquiatría. Dentro de esta clasificación hay que tener en cuenta que existen variaciones dependiendo de la severidad, la cantidad de síntomas que se presentan o la persistencia del problema: La depresión mayor Se manifiesta por una combinación de síntomas (ver la lista de síntomas) que interfieren en la capacidad de las personas para trabajar, estudiar, dormir, comer y disfrutar de actividades que, en circunstancias normales, deberían resultar placenteras. La depresión suele ocurrir una vez, pero es una enfermedad que suele provocar recaídas a lo largo de la vida. La distimia es un tipo de depresión menos grave. Los síntomas se mantienen a largo plazo, pero no evitan la actividad de las personas,. También puede ser recurrente, es decir aparecer más de una vez en la vida. El desorden bipolar es el tercer tipo. También se denomina enfermedad maniaco-depresiva. La prevalencia de esta patología no es tan alta como las dos anteriores. Se caracteriza por cambios de humor. Estados de ánimo muy altos se ven sucedidos por otros muy bajos. Estos cambios son bruscos a veces, pero lo más frecuente es que sean graduales. En el ciclo de depresión, las personas tienen alguno o todos los síntomas de un problema depresivo. En el ciclo maníaco, pueden sentirse hiperactivos, excesivamente locuaz y con demasiada energía. A veces la manía afecta al pensamiento, el juicio y el comportamiento social del individuo. Si la manía se deja sin tratar puede llevar a un estado psicótico.
Diagnostico
A partir de los síntomas, de la historia clínica y de la historia familiar, el médico puede diagnosticar una depresión. Existen también cuestionarios estandarizados que permiten medir el grado del trastorno. Un análisis de sangre puede brindar información de posibles alteraciones hormonales u otros trastornos físicos que puedan causar depresión.

FOBIAS

Agorafobia.
La agorafobia es el temor a encontrarse en situaciones en las cuales la persona no puede obtener ayuda o de las cuales no puede escapar. A menudo involucra el temor de cruzar la calle o de encontrarse en espacios abiertos o públicos, particularmente si estos tienden a estar atestados. Algunos ejemplos son las tiendas, iglesias, elevadores o simplemente una calle concurrida. .
Las personas con agorafobia suelen evitar las situaciones que temen, llegando a veces al extremo de no dejar su propio hogar sin la compañía de un miembro de la familia o una amistad, si es que salen. Este trastorno puede entorpecer enormemente las actividades cotidianas.
Fobia social.
Las fobias sociales hacen que la gente tenga miedo de ser vista o humillada mientras realiza una actividad social. Pero esto va mucho más allá del nerviosismo o la tensión normales frente a estas situaciones. Las fobias sociales son temores irracionales y las personas que sufren este trastorno suelen evitar las situaciones a las que temen.
La fobia social más común es el temor a estar frente a otras personas, como en el caso de un discurso o actuación. Pero algunas veces las actividades más normales o rutinarias -comer, escribir un cheque, e incluso las relaciones sexuales- pueden ser una fuente de temor. Por lo general, los agorafóbicos temen, y tratan de evitar, las situaciones donde es necesaria la interacción personal. Como otros trastornos de ansiedad, la agorafobia puede incapacitar enormemente a la persona que la padece.
Fobias específicas.
Las fobias específicas suelen ser temores a objetos o situaciones particulares. La fobia simple más común es el temor a los animales, como perros, víboras, ratones o insectos. Otras fobias específicas comunes son el temor a las alturas, el miedo a volar en avión y el miedo a los lugares cerrados.
La mayoría de las fobias específicas se desarrollan en la infancia pero con el tiempo desaparecen por sí solas, como en el caso del miedo a la oscuridad. Si una fobia continúa en la edad adulta, por lo general, la única solución es el tratamiento. Como en el caso de otras fobias, las fobias específicas pueden evitar que las personas lleven vidas normales. Pero el nivel de discapacidad normalmente está determinado por qué tan a menudo el objeto de la fobia aparece en la vida de la víctima.

ANSIEDAD

Descripción
Es un padecimiento que implica una emoción indeseable e injustificada, cuya intensidad no guarda proporción con la posible amenaza que lo provoca. Se caracteriza por aprehensión, incertidumbre y miedo. La ansiedad es diferente del miedo, pues este implica la presencia de un peligro real conocido. La ansiedad suele manifestarse externamente con un estado de hiperexcitación nerviosa. Puede ser aguda o crónica y afecta a la mayoría de la población joven; es más frecuente en mujeres que en varones.
Causas
Los desordenes de ansiedad pueden ser de orden fisiológico y/o psicológico; y puede tener una tendencia genética. Los factores psicológicos que lo envuelven corresponden al manejo del sistema nervioso autónomo. Algunas situaciones de stress en un paciente con ansiedad como: asaltos, accidentes o desastres naturales pudieran acabar en un ataque de pánico. Una razón conocida o un trauma subconscientemente escondido; como experiencias de guerra (Malvinas, etc.) o traumas personales de infancia, adolescencia, etc., pueden ser una causa de ansiedad. La ansiedad puede también ser un resultado de una reacción medicamentosa, abuso de ciertas sustancias, drogas, desordenes glandulares, hipoglucemia, enfermedades cardiovasculares y otras.
Síntomas
Los síntomas típicos de la ansiedad incluyen: *Tensión, irritabilidad, preocupación, desesperación *Insomnio, sueño inquieto, despertar fácil *Rechinamiento de los dientes, dolor mandibular *Incapacidad de mantenerse quieto en un sitio *Incapacidad de pensar con claridad *Disminución de la libido *Las mujeres pueden experimentar aumento de los síntomas premenstruales y cambios en el ciclo menstrual *Respiración acortada *Frecuencia respiratoria y cardiaca aumentada *Palpitaciones fuertes *Nudo en la garganta, boca seca *Tensión en el pecho, calambres intestinales *Mareos, temblor del cuerpo *Sensación de entumecimiento u hormigueo de las extremidades, contracción muscular **A veces las crisis son tan severas que llevan a un ataque de pánico, produciendo síntomas físicos que pueden confundirse con otra enfermedad.

ESQUIZOFRENIA

Descripción
Es un grupo de trastornos psicóticos que implican una disociación con la realidad, y se caracterizan por alteraciones del pensamiento, la percepción, los afectos, el comportamiento social y laboral y la comunicación.
Causas
Existen varias teorías. Dado que los familiares de esquizofrénicos tienen mayor probabilidad de padecer la enfermedad, se presume que los factores genéticos pueden influir. Factores sociales y psicológicos, infecciones a nivel del cerebro y abuso de drogas también puede jugar un papel importante.
Síntomas
Alucinaciones auditivas, oculares táctiles o gustativas, creencias falsas sin fundamento (delirios, como el persecutorio), incoherencia, comportamiento catatónico, hiperactividad, disturbios motores, rigidez, disminución de la sensibilidad frente a estímulos dolorosos. Otros síntomas pueden ser enojo, violencia, ansiedad y comportamiento regresivo.
Diagnostico
No hay pruebas concluyentes que diagnostiquen la esquizofrenia. Se pueden evaluar la historia clínica y los síntomas, estudiar los antecedentes familiares y los factores de estrés que afectan al individuo. Una tomografía computada de cerebro puede revelar agrandamiento de los ventrículos cerebrales, pero esta alteración no es específica de la esquizofrenia. Se deben hacer los estudios correspondientes para descartar posibles patologías endocrinas o neurológicas, abuso de drogas tóxicas, enfermedades autoinmunes o hepáticas.

Descripción
El trastorno bipolar (entre dos polos opuestos) o enfermedad maníaco-depresiva es un trastorno del estado de ánimo que se caracteriza por cambios de humor entre dos extremos opuestos, que alternan entre períodos graves de manía (euforia exagerada, irritación) a depresión (tristeza, deseperación), con períodos de estado de ánimo normales entre ambos. A diferencia de los estados de ánimo normales de alegría y tristeza, los síntomas de la enfermedad maníaco-depresiva pueden ser graves y con riesgo de ser mortales. A menudo, el paciente no se percata de este trastorno bipolar, ni tampoco los familiares o amigos. A veces los efectos de esta enfermedad han sido trivializados y considerados, en cierta manera, como beneficiosos para la creatividad artística, por haber sido padecida por artistas y creativos en general. Sin embargo, para aquellas personas afectadas por la enfermedad, ésta es extremadamente angustiosa y perjudicial. La enfermedad se clasifica de acuerdo a sus síntomas en bipolar I, bipolar II y trastorno ciclotímico.
Causas
Ninguna causa por sí misma puede explicar el trastorno bipolar. En cambio, existe una combinación de factores biológicos, genéticos y ambientales que parecen desencadenar y perpetuar esta compleja enfermedad. Algunos Especialistas creen que el trastorno bipolar es un eslabón más en la cadena de desórdenes psiquiátricos que va desde la esquizofrenia hasta la depresión grave, difiriendo estos elementos en expresión y grado de severidad, pero con una causa biológica común. Sin embargo, estudios del cerebro con técnicas de resonancia magnética revelan que en el trastorno bipolar suelen existir anormalidades en el hipocampo (el extremo izquierdo es mucho mayor que el derecho). Los niveles de dopamina y serotonina, ambos neurotransmisores, también se relacionan con este trastorno. Aunque no todos los casos sean familiares, parece que los factores genéticos juegan un papel en el 60% de los casos de trastorno bipolar, y más de un defecto genético parece ser necesario para desencadenar la enfermedad.
Síntomas
Luego de la depresión mayor y el trastorno distímico, el trastorno bipolar está en tercer lugar por la frecuencia en la que se presenta, afectando a casi el 2% de los adultos. Típicamente, los síntomas comienzan durante la adolescencia o en una edad adulta temprana, y continuarán repitiéndose durante toda la vida e incluyen fatiga y pérdida de energía, tristeza, insomnio u otras alteraciones del sueño, alteraciones del peso corporal, disminución de la concentración y del poder de decisión, sentimiento de culpa, pesimismo, desesperanza, baja autoestima y pensamientos suicidas. La fase maníaca sobreviene súbitamente y generalmente sigue a fases de severa depresión. Se caracteriza por: distracción (el síntoma más frecuente) e incapacidad para concentrarse en tareas durante un largo periodo de tiempo, pensamientos desconectados, ideas grandiosas, alucinaciones, verborrea (hablar demasiado), hiperactividad, sentimientos de omnipotencia e irritabilidad extrema. Hombres y mujeres son igualmente propensos a desarrollar esta enfermedad, que puede llegar a ser incapacitante. Las consecuencias de padecerla pueden ser devastadoras, y está a menudo complicada por el consumo abusivo de alcohol y/o de drogas. Sin un tratamiento eficaz, la enfermedad bipolar conduce al suicidio en un alto número de casos.
Diagnostico
Como inicialmente los síntomas se pueden confundir con depresión, es importante reconocer las fases de manía con sus manifestaciones características. Es importante descartar otros trastornos que causen síntomas de manía o cambios en el humor (anormalidades hormonales, deficiencias vitamínicas, desórdenes neurológicos). Importante Los síntomas aquí descritos correspondientes a esta enfermedad pueden confundirse con los de otras patologías. Para establecer un adecuado diagnóstico, consulte siempre a su Médico. El objetivo de MédicosExpertos es informar y educar, por lo que las descripciones de las enfermedades aquí brindadas no sustituyen a una consulta profesional.

DEMENCIA

¿Qué es la demencia?
La demencia es un problema en el cerebro que hace que a una persona se le dificulte recordar, aprender y comunicarse. Después de un tiempo esto hace que a la persona le sea difícil cuidarse por su propia cuenta.

La demencia también puede cambiar el temperamento y la personalidad de una persona. Al principio, la pérdida de la memoria y la dificultad para pensar con claridad puede molestar a la persona que tiene demencia. Luego, pueden comenzar trastornos del comportamiento y otros problemas. La persona con demencia puede no darse cuenta de estos problemas.
¿Qué causa la demencia?
La demencia es causada por la destrucción de las células cerebrales. Una lesión en la cabeza, derrame, tumor cerebral o un problema como la enfermedad de Alzheimer puede dañar las células cerebrales. Algunas personas tienen antecedentes familiares de demencia.
¿Cuáles son algunas señas comunes de demencia?
La demencia causa muchos problemas para la persona que la tiene y para la familia de la persona. Muchos de los problemas se deben a la pérdida de la memoria. Abajo están anotadas algunas señas comunes de demencia. No todo mundo que tiene demencia tendrá todas estas señas.
• Pérdida reciente de la memoria. A todos nos sucede que se nos olvidan las cosas por un rato y luego nos acordamos de ellas. La gente con demencia con frecuencia se olvida de las cosas pero nunca las recuerda. Le puede hacer la misma pregunta una y otra vez, cada vez olvidando que ya le contestó esa pregunta. Ni siquiera recuerdan que ya le han hecho esa pregunta.
• Dificultad para realizar tareas que les son familiares. Las personas con demencia pueden preparar una comida pero se les olvida servirla. Inclusive se les puede olvidar que la prepararon.
• Problemas con el lenguaje. Las personas que tienen demencia pueden olvidar palabras simples o usar palabras equivocadas. Esto hace que sea difícil entender qué es lo que quieren.
• Desorientación en cuanto a tiempo y espacio. Las personas que tienen demencia pueden perderse en la misma calle donde viven. Se les puede olvidar cómo llegaron a cierto lugar y cómo regresar a su casa.
• Mal juicio. Inclusive una persona que no tiene demencia podría distraerse y olvidarse de cuidar con atención a un niño durante un tiempo corto. Pero las personas que tienen demencia podrían olvidarse del niño del todo y salir de la casa durante todo el día.
• Problemas con el pensamiento abstracto. Cualquier persona puede tener dificultad para llevar un balance de su chequera, pero la gente con demencia puede olvidar para qué son los números y qué debe hacerse con ellos.
• Poner las cosas fuera de sitio. Las personas con demencia pueden colocar las cosas en los lugares equivocados. Pueden poner una plancha en el congelador o el reloj de pulso dentro de la azucarera. Luego no pueden encontrar estas cosas.
• Cambios de temperamento. Todo mundo es temperamental de vez en cuando, pero las personas con demencia pueden tener cambios bruscos de temperamento y pasar de estar calmados a estar llorando o a estar con rabia en cosa de minutos.
• Cambios en la personalidad. Las personas que tienen demencia pueden tener cambios drásticos en su personalidad. Pueden ponerse irritables, sospechosos o asustarse.
• Pérdida de la iniciativa. Las personas con demencia pueden volverse pasivas. Pueden no querer ir a otros lugares o ver a otras personas.
¿Qué sucede si tengo alguna de estas señas de demencia?
Hable con su médico. Su médico le puede hacer exámenes para determinar si las señas que usted tiene son por causa de demencia. Entre más rápido sepa, más rápido podrá hablar con su médico acerca de opciones de tratamiento.
¿Qué sucede si un miembro de familia tiene señas de demencia?
Si su miembro de familia tiene algunas señas de demencia, trate de hacer que él o ella vaya a ver al médico. Usted puede por cuenta propia hablar con el médico antes de que su pariente lo vaya a ver. Entonces, le puede contar al médico la manera como su pariente está actuando sin tener que avergonzar a su familiar.

ANOREXIA NERVIOSA

¿Qué es la anorexia nerviosa?
La anorexia nerviosa es una enfermedad que usualmente ocurre en las jovencitas adolescentes, pero también puede ocurrir en jóvenes adolescentes, y en mujeres y hombres adultos. Las personas con anorexia están obsesionadas por ser delgadas. Ellos pierden gran cantidad de peso y les aterroriza subir de peso. Creen que son gordos a pesar de que son demasiado delgados. La anorexia no sólo es un problema relacionado con la comida o con el peso. Es un intento de usar la comida y el peso para lidiar con los problemas emocionales.
¿Cuál es la diferencia entre anorexia y bulimia?
Las personas con anorexia se dejan morir de hambre, evitan las comidas con un alto contenido calórico y hacen ejercicio constantemente. Las personas con bulimia consumen cantidades enormes de comida pero la vomitan al poco tiempo de haberla comido, o toman laxantes o diuréticos (tabletas que los ponen a eliminar líquido) para evitar aumentar de peso. Las personas con bulimia usualmente no pierden tanto peso como las personas con anorexia.
¿Por qué a la gente le da anorexia?
La razón por la cual a las personas les da anorexia se desconoce. Las personas con anorexia pueden creer que serían más felices y exitosas si fuesen delgadas. Desean que todo en sus vidas sea perfecto. Las personas que tienen este trastorno por lo general son buenos estudiantes. Están involucrados en muchas actividades en la escuela y la comunidad. Se echan la culpa si no sacan notas perfectas o si otras cosas en sus vidas no son perfectas.
¿Cuáles son los problemas causados por la anorexia?
Las jovencitas con anorexia usualmente dejan de tener períodos menstruales. Las personas con anorexia tienen la piel demasiado seca y el pelo en la cabeza demasiado delgada. Les puede salir un vello fino por todo el cuerpo. Pueden sentir frío todo el tiempo y enfermarse con frecuencia. Las personas con anorexia por lo general están de mal humor. Tienen dificultad para concentrarse y siempre están pensando acerca de comida. No es cierto que las personas con anorexia nunca sienten hambre. En realidad, siempre tienen hambre. Sentir hambre les da una sensación de control sobre sus vidas y sus cuerpos. Les hace sentir que son buenos para algo: son buenos para perder peso. Las personas con anorexia severa pueden correr el riesgo de morirse por inanición.

Señas de alarma de anorexia
• Dejarse morir de hambre deliberadamente mediante pérdida de peso
• Miedo a subir de peso
• Rehusan comer
• Niegan tener hambre
• Hacen ejercicio constantemente
• Mayor cantidad de vello en el cuerpo o en la cara
• Sensibilidad a temperaturas frías
• Períodos (reglas) ausentes o irregulares
• Pérdida del cabello
• Una percepción propia de gordura cuando la persona en realidad es demasiado delgada

¿Cuál es el tratamiento para la anorexia?
El tratamiento para la anorexia es difícil pues las personas con anorexia creen que no hay nada que ande mal en ellas. Las personas en las etapas tempranas de anorexia, es decir con menos de seis meses o tan sólo con una pérdida pequeña de peso, pueden ser tratadas con éxito siendo admitidas al hospital. Pero para que el tratamiento tenga éxito las personas deben querer cambiar y deben tener amigos y familia que les ayude.

Las personas con anorexia más grave necesitan recibir cuidados en el hospital; usualmente en una unidad especial para personas con anorexia y bulimia. El tratamiento incluye más que cambiar los hábitos alimenticios de la persona. Los pacientes anoréxicos con frecuencia requieren consejería durante un año o más para que puedan cambiar los sentimientos que les están causando estos problemas relacionados con el comer. Estos sentimientos pueden relacionarse con su peso, sus problemas familiares o con problemas asociados con su auto estima. A algunos pacientes anoréxicos les ayuda tomar medicamento que les hacer sentirse menos deprimidos. Estos medicamentos son prescritos por un médico y se usan conjuntamente con la asesoría psicológica.
¿Cómo pueden ayudar los amigos y la familia?
La cosa más importante que la familia y los amigos pueden hacer para ayudar a una persona con anorexia es quererlos. Las personas con anorexia se sienten a salvo, seguras y cómodas con su enfermedad. El miedo mayor es aumentar de peso, y aumentar de peso es visto como una pérdida de control. Ellos pueden negar tener un problema. Las personas con anorexia ruegan y mienten para evitar comer y aumentar de peso lo que sería como renunciar a la enfermedad. Los amigos y familiares no deben ceder a los ruegos del paciente anoréxico.

NEUROSIS

Aun cuando las neurosis se encuentran entre los trastornos más comunes de la práctica médica, probablemente ninguna otra entidad clínica es, con tanta frecuencia, tan mal comprendida. Las neurosis son episodios de desequilibrio psicológico que se presentan en personas que han alcanzado una función mental relativamente adecuada. Se denomina neurosis al conjunto de trastornos mentales sin una base orgánica demostrable, en los cuales el paciente puede tener un considerable poder de auto observación y una sensación adecuada de la realidad; en ellos lo más común es que no se confundan las experiencias patológicas subjetivas y sus fantasías, con la realidad externa. La conducta puede ser afectada seriamente, aunque es común que se mantenga dentro de límites sociales aceptables; pues la personalidad no está desorganizada. En forma inadecuada, con mucha frecuencia se titula de "neuróticos" a individuos con un comportamiento excéntrico o un poco inestable. Típicamente, la conducta neurótica es repetitiva, conduce a una mala adaptación y es insatisfactoria. Funcionalmente, las neurosis son reacciones inadecuadas a las causas de estrés.
Causas
La definición de las neurosis depende de la corriente que las aborde. Para algunos autores, son enfermedades menores de la organización de la personalidad cuyos síntomas simbolizan los conflictos inconscientes y las defensas contra la angustia. Implican tres elementos esenciales: categoría de enfermedad menor, preponderancia de los trastornos subjetivos y carácter artificial de las defensas simbólicas contra la angustia. Otros autores, en cambio, definen a las neurosis como afecciones psicógenas cuyos síntomas son la expresión de un conflicto psíquico que tiene sus raíces en la historia infantil del sujeto, y constituyen compromisos entre el deseo y la defensa.
Síntomas
Cada neurosis presenta un conjunto de síntomas que la definen, pero comparte a la vez elementos concurrentes. Estos índices comunes a todas las formas clínicas neuróticas son: Conservación del juicio de la realidad: el sujeto neurótico, a diferencia del psicótico, mantiene sus vínculos con el mundo externo y el juicio crítico de sus actos. Conciencia de enfermedad: el paciente padece los síntomas y sabe que debe modificar algo. Presencia de sentimientos de angustia y culpa. Trastornos somáticos funcionales. Vivencia egodistónica de los síntomas: el paciente vive sus producciones patológicas como algo que no le pertenece, ajenas a su yo.
Diagnostico
Las neurosis constituyen siempre un desequilibrio en el nivel individual de adaptación y el individuo sirve como su propia línea de referencia cuando se descubren esos trastornos. La mayor parte de las personas desarrolla hábitos, síntomas menores o inhibiciones que pudieran recordar los signos de una neurosis. Para protegerse de la angustia, una persona recurre a determinados mecanismos de defensa: represión, proyección, negación, disociación, identificación, racionalización, intelectualización, sublimación, desafectivización, aislamiento, huida, desplazamiento, etc. En cualquier momento en que se observen patrones crónicos de mala adaptación que simulen una neurosis, debe tomarse en cuenta la posibilidad de un trastorno de personalidad. Factores muy importantes para el diagnostico de las neurosis son el examen mental, la historia personal del paciente, la evaluación medica y las observaciones del curso clínico de la enfermedad. Además, las pruebas psicológicas, especialmente el Rorschach, resultan muy útiles para identificar las neurosis y para diferenciarlas de las psicosis y de otros trastornos de base orgánica Por lo tanto desde esta disciplina no habrá un cuadro psicopatológico llamado neurosis, pero sí están nomencladas sus distintas formas clínicas: neurosis de angustia, neurosis fóbica, neurosis obsesiva, neurosis histérica. Importante Los síntomas aquí descritos correspondientes a esta enfermedad pueden confundirse con los de otras patologías. Para establecer un adecuado diagnóstico, consulte siempre a su Médico. El objetivo de MédicosExpertos es informar y educar, por lo que las descripciones de las enfermedades aquí brindadas no sustituyen a una consulta profesional.

AUTISMO

Descripción
El autismo es un trastorno del desarrollo que persiste a lo largo de toda la vida, Este síndrome se hace evidente durante los primeros 30 meses de vida y da lugar a diferentes grados de alteración del lenguaje y la comunicación, de las competencias sociales y de la imaginación. Se caracteriza por una falta de respuesta al contacto con otros seres humanos. En general, los autistas adoptan comportamientos compulsivos, repiten acciones en forma mecánica y manifiestan rechazo por el contacto físico. Con frecuencia, estos síntomas se acompañan de comportamientos anormales, tales como actividades e intereses de carácter repetitivo y estereotipado, de movimientos de balanceo, y de obsesiones insólitas hacia ciertos objetos o acontecimientos. El autismo afecta, aproximadamente, a 1 de cada 1.000 niños y es mucho más frecuente en el sexo masculino que en el femenimo, en una proporción de 3 a 1. El nivel de inteligencia y la gama de capacidades de las personas con autismo son muy variables aunque la inmensa mayoría presentan una deficiencia mental asociada. En algunos casos, sin embargo, pueden ser normales en ciertos aspectos o incluso estar por encima de la media. Por otro lado, algunas personas pueden ser agresivas hacia sí mismas o hacia los demás. Hay muy pocas personas con autismo que tengan capacidades suficientes para vivir con un grado importante de autonomía, y la mayoría requieren una gran ayuda durante toda la vida.
Causas
No se conoce, aunque se presume, que inciden en su desarrollo factores psicológicos, fisiológicos y sociológicos.
Síntomas
Dificultades en el lenguaje, que se manifiestan en un aprendizaje más lento de lo que corresponde a la edad o en la repetición o inversión de palabras. Además, los niños que padecen autismo muestran falta de respuesta a la gente en general e indiferencia y ausencia de apego hacia sus padres y personas cercanas. Sus músculos se sienten fláccidos. En ocasiones, los autistas manifiestan extraños y recurrentes patrones de comportamiento que pueden ser autodestructivos: golpear la cabeza, gritar o flamear los brazos. Debido al gran apego que manifiestan por los objetos que les son familiares, los mínimos cambios a su alrededor son vividos como situaciones estresantes.
Diagnostico
La prueba de Desarrollo de Denver (DDST) muestra un desarrollo retrasado en las áreas del lenguaje y sociales. Determinar el coeficiente de inteligencia puede revelar valores bajos que pueden deberse a la falta de cooperación de parte del niño más que a una capacidad mental disminuida. De todos modos, se estima que un 70 % de los niños autistas sufren algún grado de retraso mental. Las técnicas de diagnóstico por imágenes (como la tomografía computada o la resonancia magnética) revelan ciertas alteraciones en la estructura cerebral.

BULIMIA

Descripción
Es un trastorno alimentario que se caracteriza por la pérdida de control sobre la cantidad de alimento que se ingiere y la provocación deliberada de vómitos. Los criterios diagnósticos más difundidos de Bulimia Nerviosa proceden del DSM-IV. De acuerdo a los mismos, la Bulimia Nerviosa tiene las siguientes características: A- Episodios recurrentes de compulsión alimentaria (atracones). Estas compulsiones se caracterizan por: Comer en un período discreto de tiempo (dentro de dos horas) una cantidad de comida que es definitivamente mucho mayor a lo que cualquier persona podría comer en el mismo lapso de tiempo y en circunstancias similares. En un tiempo récord, la persona puede llegar a engullir a escondidas más de 5000 calorías; los alimentos predilectos son precisamente aquellos considerados "prohibidos": confituras, pizzas, chocolate, etc. Sensación de falta de control sobre la alimentación durante el episodio (sensación de que no puede parar de comer). Negación de la evidencia cuando es sorprendido por alguien en pleno atracón. B- Recurrencia de conductas compensadoras inapropiadas para evitar la ganancia de peso, como ser: vómitos autoinducidos, abuso de laxantes, diuréticos u otras medicaciones, ayuno o ejercicios excesivos. C- Las compulsiones alimentarias y las conductas compensatorias inapropiadas ocurren en un promedio de por lo menos dos veces por semana durante tres meses. D- Influencia excesiva de la imagen corporal y el peso en la autovaloración. Conductas características de la bulimia nerviosa Evitar concurrir a reuniones donde pueda verse obligado a comer, recurriendo a todo tipo de excusas, a veces ridículas. Actividad física excesiva (no es constante), con el único objeto de quemar calorías. Abuso de edulcorantes; consumo indiscriminado de goma de mascar sin azúcar. Consumo de medicamentos adelgazantes (diuréticos, laxantes, hormonas tiroideas, derivados anfetamínicos, mezclas de productos homeopáticos). Pesarse varias veces al día, desnudo y con balanzas exactas. Tener balanza propia, comparando con otras. Suele ayunar, aunque no tiene tanta constancia como la persona anoréxica restrictiva pura. Almacenar alimentos en distintos lugares de la casa con el propósito -consciente o inconsciente- de contar con ellos al momento de darse el atracón. Robar alimentos "hipercalóricos" de las góndolas de los supermercados, en casa de sus amistades, en el trabajo, etc. Constante preocupación acerca de la comida. Discurso monotemático; las conversaciones giran alrededor de ciertos temas recurrentes: las calorías, el peso, las dietas. Contemplarse a sí mismo en toda circunstancia en que se halle frente a un espejo, vidrio o cualquier superficie que refleje su imagen. Análisis exhaustivo de las formas corporales; compararse con otras personas. Visitas al baño después de comer: generalmente se auto provoca el vómito y, si es descubierto, finge estar "descompuesto" o haber tenido un acceso de tos. Circuito autoperpetuante: dieta-atracón-dieta. Terror a engordar. Signos fisiológicos corporales - síntomas Oscilaciones en el peso. Engrosamiento de las glándulas localizadas en el cuello. Cara hinchada y agrandamiento de las glándulas parótidas. Puede haber roturas vasculares en las mejillas y debajo de los ojos. Dolores musculares. Fatiga física. Garganta irritada. A veces disfonía (voz ronca). Caries. Pérdida de piezas dentarias. Caída del cabello. Menstruaciones irregulares. Vértigo y dolor de cabeza. Hipotensión. Diarrea y/o estreñimiento. Acidez estomacal. Reflujo. Ulcera gástrica o duodenal. Anemia. Trastornos en la esfera psiquica Cambios en el carácter: depresión, fuertes sentimientos de culpa, repudio de sí mismo. En algunos casos hay alternancia entre euforia y depresión. Autocrítica severa. Imperiosa necesidad de recibir la aprobación de los demás. El nivel de autoestima es inversamente proporcional al peso (ej.: se odia por haber aumentado tan sólo algunos gramos) Dificultad de concentración y aprendizaje. Vida social intensa con intervalos de aislamiento. Actividad sexual que oscila de la abstinencia a la promiscuidad. Abuso de alcohol y drogas
Causas
Confluyen muchas razones, pero se relaciona estrechamente con trastornos de peso.
Síntomas
Cuando sigue dietas estrictas y pasa por largos períodos de hambre, el enfermo de bulimia recae en los atracones de comida. Luego induce el vómito, que produce deshidratación y desequilibrio electrolítico, lo que puede provocar arritmias y afectar al corazón. En la bulimia, hay trastornos estomacales y gastrointestinales. Necesariamente, quien padece de bulimia presenta un complejo trastorno psicológico.
Diagnostico
Si algún conocido o familiar observa una actitud extraña y hábitos alimenticios no comunes en la persona afectada, podrá buscar ayuda psicológica o médica, y debe tratar de hablar al respecto con el enfermo.

ATAQUE DE PÁNICO

Descripción

El ataque de pánico es el síntoma principal del denominado trastorno de pánico y se caracteriza por episodios severos y repentinos de máxima ansiedad asociados a una serie de manifestaciones físicas. Alcanza su máxima intensidad al minuto o dos de su comienzo; luego va cediendo gradualmente. Si los síntomas que caracterizan a estos episodios se presentan a raíz de motivos concretos (por ejemplo, luego de haber vivido una experiencia que amenace la vida), no sería correcto interpretarlos como señales de un ataque de pánico.

Causas

Veinte años atrás, el trastorno de pánico se denominaba “neurosis de ansiedad”. Se pensaba que derivaba de conflictos psicológicos y perturbadores impulsos subconscientes de naturaleza sexual. Hoy se considera un problema físico de base metabólica. Aunque no se trata de un problema emocional, algunas personas pueden experimentar un episodio luego de una emoción fuerte. Existen diversas teorías acerca de su raíz en el sistema nervioso. Cierta evidencia apoya la teoría de que una anormalidad en un centro nervioso denominado Locus cerulius (ubicado en el bulbo raquídeo) sería la responsable de este cuadro.

Síntomas

Acaloramiento, palpitaciones (se percibe que el corazón late rápidamente y con mucha intensidad), opresión en el pecho, debilidad, sudoración, temblor, confusión, náuseas, pensamientos vertiginosos, tensión muscular, sensación de irrealidad y miedo a morir. Hay personas que sufren repetidos ataques de pánico, lo que las lleva a evitar ciertas situaciones que los desencadenan. Pero esta tendencia a evitar algunas situaciones de la vida cotidiana puede extenderse a otras actividades.

Diagnostico

Los ataques de pánico reiterados llevan a la consulta con un profesional. Como los síntomas suelen estar ausentes al momento de ver al médico, es revelador el relato del enfermo.

TRASTORNO DE IDENTIDAD DISOCIATIVO

Disociación es una palabra que se utiliza para describir la desconexión entre cosas generalmente asociadas entre sí. Las experiencias disociativas no se integran en el sentido del yo, dando por resultado discontinuidades en el conocimiento consciente. En la disociación se da una falta de conexión en los pensamientos, memoria y sentido de identidad de una persona. Por ejemplo, alguien puede pensar en un acontecimiento que le trastornaba enormemente y aún así no experimentar ninguna emoción en absoluto. Es lo que se llama embotamiento emocional, uno de los aspectos principales del trastorno de estrés postraumático. La disociación es un proceso psicológico que se encuentra comúnmente en personas que buscan un tratamiento por problemas psicológicos (Maldonado et al., 2002).
La disociación cae dentro de una línea continua de severidad. Por ejemplo, una disociación leve sería quedarse absorto leyendo un libro y no darse cuenta de lo que sucede alrededor, o cuando estás conduciendo por una carretera familiar y te das cuenta de que no recuerdas los últimos kilómetros porque tu mente estaba "en otra parte" mientras tu cuerpo se encargaba de conducir. Estos síntomas no se consideran patológicos y caen dentro de la normalidad. Reciben el nombre de abstracción hipnótica. Una forma más severa y crónica de disociación puede verse en el trastorno de identidad de disociativo, antes llamado trastorno de personalidad múltiple, y otros trastornos disociativos que iremos viendo a lo largo de estas páginas.
La disociación puede afectar a la subjetividad de una persona en forma de pensamientos, sentimientos y acciones que parecen no provenir de ninguna parte, o se ve a sí misma llevando a cabo una acción como si estuviera controlada por una fuerza externa. (Dell, 2001). Por lo general, una persona se siente "controlada" por una emoción que no parece tener en ese momento. Por ejemplo, puede sentir repentinamente una tristeza insoportable, sin una razón evidente, y después esa emoción desaparece de la misma manera que llegó. O bien, una persona puede encontrarse a sí misma haciendo algo que no haría normalmente pero incapaz de detenerse, como si alguien le estuviera obligando a hacerlo. Esto se describe a veces como la experiencia de ser un "pasajero" en su propio cuerpo, más que el conductor.
Hay cinco maneras principales mediante las cuales la disociación de procesos psicológicos cambia la manera en que una persona experimenta la vida: despersonalización, desrealización, amnesia, confusión de la identidad, y alteración de la identidad. Se sospecha de la existencia de un trastorno disociativo cuando se dan cualquiera cualesquiera de las cinco características.
Despersonalización
Despersonalización es la sensación de estar separado, o fuera del propio cuerpo. Sin embargo, algunas personas hablan de una profunda alienación de sus cuerpos, la sensación de que no se reconocen en el espejo, nos reconocen su cara, o simplemente, no se sienten "conectados" con sus cuerpos de maneras que son difíciles de expresar con palabras.
Desrealización
Es la sensación de que el mundo no es real. Algunas personas explican que el mundo parece falso, brumoso, lejano, o como si lo vieran a través de un velo. Otras dicen ver el mundo como si estuvieran fuera, o como si vieran una película.
Amnesia disociativa
La amnesia se refiere a la incapacidad para recordar información personal importante que es tan extensa que no es debida al olvido ordinario. La mayoría de las amnesias típicas de los trastornos disociativos no suelen ser del tipo de la fuga disociativa, donde las personas recorren largas distancias y de repente se dan cuenta de que no saben dónde están ni cómo llegaron allí. Por el contrario, la mayoría de las amnesias consisten a menudo en el olvido de un acontecimiento importante, por ejemplo, una boda, o una reunión social, o un periodo de tiempo, que puede abarcar minutos o años. Más típicamente, se producen micro-amnesias, en las que no se recuerda una discusión, o el contenido de una conversación se olvida de un momento a otro. Algunas personas afirman que este tipo de experiencias las dejan a menudo luchando por recordar de qué estuvieron hablando. Mientras tanto, esta persona intenta no dejar que su interlocutor se dé cuenta de que no tiene ni idea de lo que se ha estado diciendo.
Confusión de la identidad y alteración de la identidad
La confusión de la identidad es un sensación de confusión respecto a quién es uno mismo. Por ejemplo, cuando una persona siente excitación y una emoción positiva mientras está realizando una actividad (por ejemplo, conducción temeraria, uso de drogas) que por lo general le resulta desagradable. La alteración de la identidad es la sensación de ser marcadamente diferente de otra parte de su ser. Así, una persona puede cambiar a una personalidad diferente, sentirse confusa, y preguntar a su terapeuta, "¿Quién eres tú, y qué hago yo aquí?" Además de estos cambios observables, la persona puede experimentar distorsiones del tiempo, lugar, y situación. Por ejemplo, en el curso de un descubrimiento inicial de la experiencia de la alteración de la identidad, una persona puede creer incorrectamente que es cinco años mayor, que está en la casa de su niñez y no en el despacho de su terapeuta, o temer que una persona fallecida a la que teme aparezca de un momento a otro.
Más a menudo, pueden observarse formas más sutiles de alteración de la identidad cuando una persona utiliza diferentes tonos de voz, forma de hablar, o expresiones faciales. Estos cambios pueden estar asociados a un cambio en la forma de ver el mundo del paciente. Por ejemplo, durante una discusión sobre el miedo, un cliente puede sentirse inicialmente joven, vulnerable, y asustado, seguido por un cambio repentino a un estado de hostilidad y crueldad. La persona puede expresar confusión sobre sus emociones y percepciones, o puede tener dificultades para recordar qué acaba de decir, incluso aunque no diga ser una persona diferente o tener otro nombre. El paciente puede ser capaz de confirmar la experiencia de una alteración de la identidad, pero a menudo la parte de sí mismo que se presenta a terapia no es consciente de la existencia de estados disociados. Si se sospecha de una alteración de la identidad, puede confirmarse al observar amnesia para el propio comportamiento, cambios de humor, cambios en los patrones de discurso, lenguaje corporal, conducta y relación con el terapeuta.
¿Cuál es la causa de la disociación y de los trastornos disociativos?
La investigación tiende a indicar que la disociación procede de una combinación de factores ambientales y biológicos. La probabilidad de que una tendencia a disociar sea heredada se considera que es de cero (Simeon et al., 2001). Por lo general, el abuso repetido físico y/o sexual en la infancia y otras formas de trauma se asocian al desarrollo de los trastornos disociativos (Putnam, 1985). En el contexto de un trauma crónico y severo en la niñez, la disociación puede ser considerada adaptativa porque reduce el intenso dolor emocional creado por el trauma. Sin embargo, si la disociación continúa utilizándose en la edad adulta, cuando el peligro original ya no existe, puede ser disfuncional. El adulto que disocia puede desconectar automáticamente de las situaciones que percibe como peligrosas o amenazantes, sin tener tiempo para determinar si existe un peligro real. Esto deja a la persona fuera de contacto en muchas situaciones de la vida diaria, e incapaz protegerse en momentos de peligro real.
La disociación puede también ocurrir cuando ha habido negligencia severa o abuso emocional, incluso cuando no ha habido abuso físico o sexual ostensible. Los niños pueden también disociar en las familias en las que los padres son amenazadores, imprevisibles, disocian ellos mismos, o utilizan un estilo de comunicación altamente contradictorio (Blizard, 2001; Liotti, 1992, 1999a, b).
El desarrollo de desórdenes disociativos en la edad adulta parece estar relacionado con la intensidad de la disociación durante el acontecimiento traumático real; la disociación severa durante la experiencia traumática aumenta la probabilidad de la generalización de tales mecanismos tras el acontecimiento. El trauma repetido en la niñez aumenta perceptiblemente la probabilidad de desarrollar trastornos disociativos en la edad adulta.
Problemas para manejar las emociones
Uno de los problemas principales para la persona con un trastorno disociativo es la alteración de la regulación de las emociones; es decir, la dificultad para tolerar y manejar experiencias emocionales intensas. Este problema procede en parte de haber tenido pocas oportunidades de aprender a calmarse a sí mismos o modular sus emociones, debido al hecho de criarse en una familia abusiva o negligente, donde los padres no enseñaron estas habilidades. Los problemas en el manejo de las emociones se componen de la intrusión repentina de recuerdos traumáticos y de las emociones abrumadoras que los acompañan (Metcalfe y Jacobs, 1996; Rauch, van der Kolk, Fisler, Alpert, Orr et al., 1996).
La incapacidad para manejar emociones intensas puede desencadenar un cambio en el estado del yo, desde un estado de ánimo a otro. La despersonalización, la desrealización, la amnesia y la confusión de la identidad pueden considerarse esfuerzos de autoregulación cuando la regulación de las emociones falla. La despersonalización (o verse a sí mismo como si estuviera fuera de su propio cuerpo), por ejemplo, es un modo de no estar presente mientras se está siendo sometido a un acto de abuso o crueldad insoportable. Como última alternativa de una mente abrumada para escapar del miedo cuando no hay escapatoria, una persona puede, inconscientemente, adaptarse creyendo que es alguien diferente. Así, la experiencia traumática que la persona no se ve capaz de afrontar ni de admitir, queda en un compartimiento aislado de su mente, desconectado del resto, y desarrollándose de un modo independiente con cada repetición del trauma hasta dar lugar a una personalidad diferente. No es raro que una de las personalidades sea agresiva y sienta ira y desprecio hacia la personalidad víctima, a quien considera débil, cobarde y merecedora del castigo. Esta personalidad airada ha observado a la víctima desde fuera sin sentir nada hacia ella. Por eso, uno de los pasos principales para la integración de esta personalidad pasaría por lograr que sienta compasión por la víctima y empatía hacia ella. La aproximación terapéutica requiere ayudar a construir la confianza en la capacidad de una persona para tolerar sus emociones, aprender, y crecer como persona.
Tipos de trastornos disociativos
Hay cuatro categorías principales de trastornos disociativos:
Amnesia disociativa, fuga disociativa, trastorno de identidad disociativo, y trastorno de despersonalización.
La amnesia de disociativa (amnesia psicógena) se caracteriza por una incapacidad para recordar información personal importante, generalmente de una naturaleza traumática o estresante, que es demasiado amplia como para ser explicada por el olvido ordinario. Es la más común de todos los trastornos disociativos, y puede verse con frecuencia en las salas de emergencia de los hospitales (Maldonado et el al., 2002; Steinberg et al., 1993). Además, la amnesia disociativa se asocia a menudo a otros trastornos psicológicos (por ejemplo, trastornos de ansiedad, otros trastornos disociativos). Los individuos que sufren de amnesia disociativa son generalmente conscientes de su pérdida de memoria, la cual suele ser reversible debido a que los problemas de memoria se dan en el proceso de recuperación, no en el proceso de codificación. La duración del trastorno varía desde algunos días a varios años.
La fuga disociativa (fuga psicógena) se caracteriza por un viaje repentino e inesperado lejos del hogar o del trabajo, acompañado por una incapacidad para recordar su pasado y confusión sobre la identidad personal o la asunción de una nueva identidad. Estas personas son vistas como normales por los demás. Ése es decir, su psicopatología no es obvia. No suelen ser conscientes de su pérdida de memoria
El trastorno de despersonalización se caracteriza por una sensación persistente o recurrente de estar separado de los propios procesos mentales o del propio cuerpo. Las personas que padecen este trastorno dicen sentirse como si estuvieran mirando sus vidas desde fuera de sus cuerpos, como si vieran una película. A menudo informan de problemas de concentración, memoria y percepción. La despersonalización debe ocurrir independientemente del trastorno de identidad disociativo, trastornos por abuso de sustancias y esquizofrenia.
El trastorno de identidad disociativo (conocido anteriormente como trastornos de personalidad múltiple) es la manifestación más severa y más crónica de la disociación, caracterizado por la presencia de dos o más estados de personalidad o identidades diferentes que, recurrentemente, toman el control del comportamiento del individuo, acompañado por una incapacidad para recordar información personal importante que es demasiado amplia para ser explicada por el olvido ordinario. Ahora se sabe que estos estados disociados no son personalidades totalmente formadas, sino más bien representan un sentido de la identidad fragmentado. La amnesia asociada típicamente a este trastorno es asimétrica, es decir, las diferentes personalidades recuerdan aspectos diferentes de la información autobiográfica. Suele haber una personalidad principal que se identifica con el nombre verdadero del cliente. Por lo general, la personalidad principal no está enterada de la presencia de las demás. Las diferentes personalidades pueden jugar papeles distintos al hacer frente a áreas problemáticas. Suelen aparecer un promedio de 2 a 4 identidades en el diagnóstico, con un promedio de 13 a 15 personalidades que emergen durante el curso del tratamiento (Coons, Bowman y Milstein, 1988; Maldonado et al., 2002). Los acontecimientos ambientales suelen desencadenar el cambio repentino de una personalidad a otra.
Trastorno disociativo no especificado. Incluye los trastornos disociativos que no satisfacen totalmente los criterios diagnósticos para ninguno de los trastornos mencionados. En la práctica clínica, éste parece ser el diagnóstico más habitual.
Prevalencia de los trastornos disociativos
Algunos estudios indican que la disociación ocurre en un 2-3 % de la población en general. Otros estudios han estimado un índice de prevalencia del 10% para todos los trastornos disociativos (Loewenstein, 1994). La disociación puede darse en formas agudas o crónicas. Inmediatamente después de un trauma severo, la incidencia de fenómenos disociativos es bastante alta. Aproximadamente el 73 % de las personas expuestas a un incidente traumático experimentarán estados disociativos durante el incidente o durante las horas, días o semanas posteriores. Sin embargo, para la mayoría de las personas estas experiencias desaparecerán por sí mismas en algunas semanas.
• Amnesia disociativa: no se conoce la prevalencia exacta.
• Fuga disociativa:0,2 % de la población general. Esta prevalencia se considera más alta durante periodos de estrés extremo.
• Trastorno de identidad disociativo. Entre el 0,1 y el 1 %. En pacientes psiquiátricos la prevalencia oscila entre el 5 y el 10 %
• Trastorno de despersonalización. No se conoce la prevalencia exacta pero algunos investigadores lo consideran el tercer trastorno psicológico más frecuente después de la depresión y la ansiedad.