miércoles, 27 de julio de 2011

CUANDO LA DEPRESIÓN REQUIERE TRATAMIENTO

CUANDO LA DEPRESIÓN REQUIERE TRATAMIENTO
por Óscar Asorey. Psicólogo clínico

En los últimos años es frecuente la participación de profesionales de la salud en los medios de comunicación dando a conocer la problemática que suscitan los trastornos del estado de ánimo, tanto para las personas que lo padecen como para sus familias. Esta patología psiquiátrica la padece alrededor de un 5% de la población, y no únicamente incide sobre la población adulta, sino que también está presente en población infantil y adolescente. La depresión se caracteriza por un estado de tristeza, fatiga o cansancio, dificultades de concentración y memoria, y falta de interés por actividades que antes resultaban gratificantes. Asimismo, las personas que padecen esta enfermedad tienen problemas durante el sueño (insomnio o hipersomnia), aumento o disminución del apetito, pérdida de interés por el sexo, molestias corporales (náuseas, jaquecas o dolores) y lentitud o agitación motriz. Es, por tanto, una alteración que, por su presencia en la población y por sus consecuencias en quien la padece, merece atención sanitaria.

Causas
Se han propuesto diversos factores como causa de la aparición de la depresión. Por un lado, como origen de la depresión se han hallado alteraciones orgánicas y, por otro, factores psicosociales. Los estudios sobre etiología de la depresión proponen que tanto las variables orgánicas como las psicosociales actúan conjuntamente en el desarrollo y mantenimiento de la depresión. A partir de los hallazgos relacionados con variables biológicas, se proponen diversas patologías como posible origen de los síntomas depresivos. Entre las principales se encuentran: los trastornos endocrinos, alteración en la modulación de los neurotransmisores cerebrales y enfermedades cardiovasculares, digestivas o infecciosas. Sin embargo, en numerosas ocasiones se observa que detrás de los trastornos del estado de ánimo no se hayan indicadores biológicos o médicos que los justifiquen.

Son numerosos los estudios científicos en los que se ha determinado cuáles son los factores psicosociales más comunes que preceden y que mantienen los cuadros depresivos. Entre los primeros están aquéllos que favorecen el desarrollo (la aparición) de la depresión como la pérdida de algún ser querido, la pérdida de una determinada condición laboral, como puede ser la jubilación, la soledad o el aislamiento social, el divorcio o la separación, historia familiar o personal de problemas emocionales, etc. También, y como ya se ha comentado con anterioridad, los estudios sobre depresión muestran la presencia de factores psicosociales que mantienen e, incluso, agravan la sintomatología depresiva. Los factores que con mayor frecuencia inciden en el curso de la enfermedad son la disminución de la actividad laboral o lúdica, el abuso de alcohol u otras drogas, el estrés, la dificultad para expresar emociones, la falta de apoyo social y/o familiar, etc.

Desde la psicología se ha intentado dar explicación a por qué aparecen los síntomas más habituales de la depresión. Los autores de las teorías cognitivas, aquéllas centradas en los procesos de pensamiento, afirman que ciertas experiencias tempranas en el desarrollo de la persona favorecen el aprendizaje de conceptos negativos hacia uno mismo, acerca de aquello que depara el futuro, y sobre el entorno social, laboral y familiar. Estos conceptos negativos pueden ser activados bajo determinadas circunstancias vitales que, de alguna forma, sean equivalentes a las que inicialmente generaron estos esquemas negativos. Otras líneas de investigación se han centrado en el estudio de cómo la persona con depresión tiene dificultad para disfrutar de los acontecimientos agradables de su entorno y esto deriva en una menor actividad encaminada a la búsqueda de determinadas experiencias gratificantes. Este hecho lleva a una mala adaptación al medio, lo que provoca dificultades en las relaciones sociales y laborales. En consecuencia, disminuye aún más la actividad de la persona y, por tanto, la probabilidad de experimentar situaciones agradables es cada vez menor.

Tratamientos y Soluciones
¿Cuáles son las acciones terapéuticas que, desde la psicología clínica, están destinadas a la prevención y el tratamiento de la depresión? Cualquier línea de tratamiento o terapia psicológica se suele acompañar de una valoración psiquiátrica y, si es pertinente, de la administración de los fármacos adecuados para el alivio de este trastorno. El uso de fármacos antidepresivos ayuda en el trabajo y la eficacia de las técnicas psicológicas, con lo que la resolución del trastorno es más pronta y efectiva.

El objetivo principal de los programas de intervención es, además de mejorar la sintomatología depresiva, el restablecimiento de la calidad de vida del paciente, recuperando aquellas actividades sociales, lúdicas y laborales que, en otro tiempo, eran satisfactorias, agradables y positivas para la persona. Además, se trata de modificar aquellos pensamientos negativos que pueden dar lugar a la depresión. Para ello, se ayuda a la persona a identificar y modificar las conceptualizaciones distorsionadas que mantiene sobre sí mismo, el mundo y el futuro. La persona aprende a resolver problemas y situaciones que anteriormente no se veía capaz de superar, y esto se logra mediante la reevaluación y la modificación de sus pensamientos. Otras estrategias terapéuticas que ayudan a superar los síntomas que acompañan al trastorno depresivo se encaminan al aprendizaje de recursos para la solución de problemas o el entrenamiento en habilidades sociales para aumentar la eficacia y la calidad de las relaciones sociales y familiares.

En ocasiones, la terapia para la depresión no se agota en la persona que la padece, sino que también se ofrece ayuda a las personas del entorno inmediato al paciente. A éstas se les proporciona información sobre la patología y se les ofrece asesoramiento acerca del modo más adecuado de interacción con el familiar enfermo. El acercamiento de los miembros de la familia a las peculiaridades de este trastorno mental permite que éstos puedan comprender mejor la conducta de desánimo, tristeza y la pérdida de interés por las cosas que antes resultaban agradables, sin que se produzcan acusaciones, reproches o presión sobre el enfermo que no harían sino que agravar las dificultades, no sólo del paciente, sino también de las relaciones familiares.

La depresión es, hoy en día, junto a los trastornos de ansiedad, uno de los principales motivos de consulta en los centros de salud. Dada su complejidad, no sólo etiológica, sino también sintomatológica, requiere de la acción conjunta de profesionales de la medicina, la psicología y también de la participación de la familia para una efectiva y pronta recuperación.



Óscar Asorey
Psicólogo clínico
ISEP Clínic Baix Camp (Reus)

lunes, 25 de julio de 2011

Consideraciones psicológicas del abordaje de niños y adolescentes en conflicto con la ley penal

Consideraciones psicológicas del abordaje de niños y adolescentes en conflicto con la ley penal



Introducción:
Para discurrir sobre abordaje de niños y adolescentes en conflicto con la ley penal desde consideraciones de orden psicológica, debemos esbozar que en este momento entendemos a este abordaje como una practica por cierto singular con características muy propias que lo distinguen de otras intervenciones dentro del área psicológico. Ahora bien por que se utiliza en este tiempo la denominación “niños y adolescentes en conflicto con la ley penal" el lugar de otros como menores delincuentes", "joven delincuente", " precoces delincuentes", "menor infractor", pues estos sustantivos remiten a la Ley de Patronato 10.903 Promulgada el 21/10/1919 que los considera como "objetos" y no como sujetos de derechos, como los concibe la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño, aprobada por la ONU en 1989, ratificada por nuestro país en 1990 e incorporada a la Constitución en la reforma de 1994: en la Constitución de la Nación Argentina esta plasmado en los artículos 22 y 23 del capítulo cuarto: Atribuciones del Congreso de la Carta Magna, mientras si nos circunscribimos a nuestra provincia encontramos que en la Constitución de la Provincia de Córdoba, en el apartado Derechos - Definiciones Artículo 18, se hace mención a los tratados internacionales de derechos y su vinculación con los ciudadanos que habitan el suelo cordobés. Las nominaciones “menor” o “menor delincuente” son términos que están revestidos de un sentido peyorativo que define a los adolescentes a partir de su comportamiento y refuerzan prejuicios, estigmas y desigualdades sociales. Entonces hablar de niño y adolescentes en conflicto con la ley penal "es lo apropiado para referirse a los niños y adolescentes que cometen delitos, ya que define la situación en la que se encuentran en lugar de "estigmatizarlos" o "marginarlos" por su conducta. Al referir niño o adolescente en conflicto con la ley penal, estamos haciendo referencia a un niño con características diferenciales respecto al resto del universo de los “niños”, estamos hablando de un ser en formación que esta en conflicto judicial. Estamos hablando de un ser en formación.

Esto es avalado por La Convención Internacional sobre los Derechos del Niño que establece que todo niño y adolescente en conflicto con la ley penal tiene derecho a:



- a ser tratado de manera acorde con el fomento de su sentido de la dignidad y el valor, que fortalezca el respeto del niño por los derechos humanos y las libertades fundamentales de terceros y en la que se tengan en cuenta la edad del niño y la importancia de promover su reintegración y que éste asuma una función constructiva en la sociedad.

- que se le garantice, por lo menos, lo siguiente: que se lo presumirá inocente mientras no se pruebe su culpabilidad conforme a la ley; que será informado sin demora de los cargos que pesan contra él y que dispondrá de asistencia jurídica u otra asistencia apropiada en la preparación y presentación de su defensa; que la causa será dirimida sin demora por una autoridad u órgano judicial competente, independiente e imparcial en una audiencia equitativa conforme a la ley, en presencia de un asesor jurídico u otro tipo de asesor adecuado y, al menos que se considerare que ello fuere contrario al interés superior del niño, teniendo en cuenta en particular su edad o situación y a sus padres o representantes legales; que no será obligado a prestar testimonio o a declararse culpable, que podrá interrogar o hacer que se interrogue a testigos de cargo y obtener la participación y el interrogatorio de testigos de descargo en condiciones de igualdad;

- que se respete plenamente su vida privada en todas las fases del procedimiento.



Es menester hacer esta aclaración: si bien la palabra no es impune, y toda palabra tiene consecuencias… en la práctica diaria técnico profesional - más allá de la nominación: “niño, adolescente en conflicto con la ley o joven infractor”; - lo importante es la impronta y respeto por esa persona en formación que esta frente a nosotros y a la cual debemos asistir y darle alguna respuesta. Vale decir la nominación que usemos para referirnos a este ser en formación es muy importante pero mas importante y significativo es ante todo que esa denominación sea acompañada y acompasada por el trato diario y continuo de respeto a ese niño / adolescente en situación de conflicto judicial.



Es decir, que ya nos adentramos en las normativas o documentos marcos internacionales, nacionales y provinciales, que rigen y/o enmarcan nuestra actividad con Niños y Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal:

ü Declaración Universal de los Derechos Humanos

ü Convención Internacional sobre los Derechos del Niño. Adoptada y abierta a la firma y ratificación por la Asamblea General en su resolución 44/25, de 20 de noviembre de 1989. Entrada en vigor: 2 de septiembre de 1990, de conformidad con el artículo 49. La Convención sobre los derechos del niño implicó no sólo el reconocimiento de los niños como sujetos de derecho, sino la obligación por parte de los Estados de la adopción de medidas tendientes a su protección integral y adecuación de las normas procesales para asegurar el cumplimiento de sus derechos y garantías. (Art.40)

ü Reglas mínimas de las Naciones Unidas para la administración de la justicia de menores, ("Reglas de Beijing") Adoptadas por la Asamblea General en su resolución 40/33, de 28 de noviembre de 1985.

ü Directrices de las Naciones Unidas para la Prevención de la Delincuencia Juvenil, “Directrices de RIAD”. Resolución 45/112, de diciembre de 1990, 68ª sesión plenaria.

ü Constitución de la Nación Argentina: en el capitulo 4 de atribuciones del Congreso en su art 22 expresa Aprobar o desechar tratados concluidos con las demás naciones y con las organizaciones internacionales y los concordatos con la Santa Sede. Los tratados y concordatos tienen jerarquía superior a las leyes.
La Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre; la Declaración Universal de Derechos Humanos; la Convención Americana sobre Derechos Humanos; el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales; el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y su Protocolo Facultativo; la Convención sobre la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio; la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial; la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer; la Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes; la Convención sobre los Derechos del Niño: en las condiciones de su vigencia, tienen jerarquía constitucional, no derogan artículo alguno de la primera parte de esta Constitución y deben entenderse complementarios de los derechos y garantías por ella reconocidos. Los demás tratados y convenciones sobre derechos humanos, luego de ser aprobados por el Congreso, requerirán del voto de las dos terceras partes de la totalidad de los miembros de cada Cámara para gozar de la jerarquía constitucional; mientras que el Art. 23) nos expresa como atribución del Congreso Legislar y promover medidas de acción positiva que garanticen la igualdad real de oportunidades y de trato, y el pleno goce y ejercicio de los derechos reconocidos por esta Constitución y por los tratados internacionales vigentes sobre derechos humanos, en particular respecto de los niños, las mujeres, los ancianos y las personas con discapacidad.
Dictar un régimen de seguridad social especial e integral en protección del niño en situacion de desamparo, desde el embarazo hasta la finalización del periodo de enseñanza elemental, y de la madre durante el embarazo y el tiempo de lactancia.

ü Constitución de la Provincia de Córdoba, específicamente relacionado en Derechos - Definiciones Artículo 18. - Todas las personas en la Provincia gozan de los derechos y garantías que la Constitución Nacional y los tratados internacionales ratificados por la República reconocen, y están sujetos a los deberes y restricciones que imponen. Mientras que en el Capítulo Segundo, Derechos Sociales en su Art. 25. - Niñez:
El niño tiene derecho a que el Estado, mediante su responsabilidad preventiva y subsidiaria, le garantice el crecimiento, el desarrollo armónico y el pleno goce de los derechos, especialmente cuando se encuentra en situación desprotegida, carenciada o bajo cualquier forma de discriminación o de ejercicio abusivo de autoridad familiar.
y en Art. 26. - Juventud
Los jóvenes tienen derecho a que el Estado promueva su desarrollo integral, posibilite su perfeccionamiento, su aporte creativo y propenda a lograr una plena formación democrática, cultural y laboral que desarrolle la conciencia nacional en la construcción de una sociedad más justa, solidaria y moderna, que lo arraigue a su medio y asegure su participación efectiva en las actividades comunitarias y políticas.

ü Ley 9053 de la Provincia de Córdoba, Protección Judicial del Niño y el Adolescente, sancionada en 2002.

ü Ley 7106 (Disposiciones para el Ejercicio de la Psicología), en Normativas Institucionales del Colegio de Psicólogos de la Provincia de Córdoba. Se entenderá por área de la Psicología Jurídica: la esfera de acción que se realiza en los Tribunales de Justicia, Institutos Penitenciarios, de internación de menores y en la práctica privada de la profesión.

Es complejo tratar de determinar el patrón que define al niño inadaptado o en conflicto con la ley penal. El joven que tiene este tipo de comportamientos no nace con una identidad definida, sino que ésta se va haciendo por asimilación y contraste.

Estos adolescentes van asumiendo progresivamente una imagen de sí mismos como diferentes de los otros, una imagen que les caracteriza como malos, y por ello actúan de modo tal que sus comportamientos respondan a la idea que de ellos se tiene. Ante la sociedad presentan diversas peculiaridades –que les distinguen de los demás-: argot (lenguaje propio), forma de vestir y de comportarse...

Pero ¿que es ser persona en conflicto con la ley penal?, en este sentido debemos definir a la persona en realcion al delito, desde aquí es que “delincuente” es aquel que se sale de las normas establecidas y es definido como tal por la intervención de las instituciones de control social. La definición de inadaptado o delincuente se configura en relación con la norma. Las normas representan aquello que se debe hacer o aquello que se debe evitar. Según este principio los individuos se califican en normales y anormales o desadaptados.

El ser adolescente en conflicto con la ley penal se convierte para el sujeto en un intento de afirmación de sí, una búsqueda de identidad a partir del etiquetamiento que se le impone. El ser niño o joven en conflicto con la ley penal o después se va a sentir perseguido (un modo de sentirse vivo y de ser alguien), va a ser agredido y castigado públicamente (un modo de llamar la atención), va a ser despreciado y excluido

A partir de estas consideraciones empezaremos a discurrir sobre la compleja práctica de los psicólogos con niños y adolescentes en conflicto con la ley penal. Practica psicológica por cierto heterodoxa, donde el profesional trabaja técnicamente con humanos en desarrollo que se encuentran en una situación jurídica-social diferente respecto a los adultos, en relación con la insuficiente madurez para comprender la criminalidad del acto o para conducirse conforme a esa comprensión, por lo cual requiere una atención específica acorde a sus necesidades personales, familiares y sociales. El fin del tratamiento es resocializar al joven, desde aquí asistir al Adolescente en conflicto con la Ley Penal será entonces poder efectuar la lectura de las necesidades no solo corporales sino también emocionales, familiares y sociales, acompañar a la persona en desarrollo en la “búsqueda de sentido de la vida”.




Desarrollo:
A los fines didácticos de compartir códigos comunicaciones con Uds. definiremos la Psicología, luego la adolescencia, para llegar a comprender lo que denominamos adolescente en conflicto con la ley penal junto a su familia, para realizar una aproximación a su abordaje y posible intervención desde la prevención integral.

El tema nos lleva a la ardua tarea de precisar una definición de la psicología a los fines ilustrativos didácticos, realizado esto podremos aproximarnos al abordaje psicológico de niños y adolescentes en conflicto con la ley penal; entendemos psicología: “Es el estudio científico del comportamiento y de los procesos mentales”. Los estudiosos de la Psicología describen, explican, predicen e intentan modificar el comportamiento para mejorar la calidad de vida de las personas tanto en el nivel individual como grupal.

Centrándonos en nuestra provincia de Córdoba, las Normativas Institucionales del Colegio de Psicólogos de la Provincia de Córdoba, en la Ley 7106 (Disposiciones para el Ejercicio de la Psicología) nos expresa: El ejercicio de la Psicología se desarrollara en los niveles individual, grupal, institucional y comunitario, ya sea en forma publica o privada, en las áreas de la Psicología Clínica, Educacional, Laboral, Jurídica y Social.

Se entenderá por área de la Psicología Jurídica: la esfera de acción que se realiza en los Tribunales de Justicia, Institutos Penitenciarios, de internación de menores y en la práctica privada de la profesión.

Se considera ejercicio de la profesión de psicólogos, en el área de la Psicología Jurídica: el estudio de la personalidad del sujeto que delinque, la rehabilitación del penado; la orientación psicológica del liberado y de sus familiares, la actuación sobre las tensiones grupales en Institutos Penales con tareas de Psicohigiene, la colaboración en peritajes, empleando los instrumentos específicos, la realización de peritajes psicológicos, realización de peritajes y estudios de adopción y de conflictos familiares.

Como también en la resolución 2447 anexo de la Ley 8312 (en las Normativas Institucionales del Colegio de Psicólogos de la Provincia de Córdoba) en el ítem 16 precisa en lo relativo a “incumbencias de los títulos de psicólogo y de licenciado en Psicología” “realizar asesoramiento y asistencia psicológica en instituciones de derecho publico, pericias, rehabilitación del penado, tutelado, liberado y familiares.”

Ya esbozamos alguna definición tal no del todo abarcativa de la psicología, precisamos algunas cuestiones relativas al ejercicio profesional en la Provincia de Córdoba y ahora veremos algunas conceptualizaciones evolutivas básicas de la población objeto de esta población objeto de este estudio.

Por lo que es necesario revisar breve y focalizadamente algunas características de la psicología evolutiva:

La infancia: es la fase del desarrollo desde del nacimiento (perinatal) hasta el comienzo de la madurez (pubertad).

Términos como niño, lactante, niño pequeño, niño en edad escolar, son considerados meros esquemas didácticos, pues el desarrollo es un proceso con innumerables grados de libertad, con particularidades típicas para cada subfase en interrelación compleja con la cultura, el contexto ambiental, la estimulación y dinámica del contexto familiar.

La etapa infantil está marcada por la dependencia básica; el niño se caracteriza por su deseo de crecimiento y se siente dominado por las fuerzas, no sólo físicas, sino también intelectuales, morales, sociales y expresivas de los adultos. El objetivo fundamental de esta etapa es ayudar al niño a sentirse seguro, gracias a la protección que se les brinda y a los alientos que se les proporciona, en sus actuaciones más diversas.

Y progresivamente llegamos al tema de la adolescencia; la adolescencia es una etapa con características propias y singulares que comienza en la infancia y da paso a la edad adulta, durante ella se producen cambios y transformaciones, que no solo afectan a las características puramente físicas de las personas, sino también a sus aspectos intelectuales, emocionales, sociales y psicológicos, haciendo de esta etapa uno de los periodos más difíciles y turbulentos de la existencia.

Durante esta etapa la relación padres e hijos es difícil y, a menudo tan llena de contradicciones como todo el mundo del adolescente. Los hijos son cada vez más autónomos y reclaman mas independencia en su vida personal y social. Se produce un alejamiento de los padres pero, al mismo tiempo les reclaman el apoyo y el afecto que todavía necesitan para enfrentarse a un mundo que todavía no entienden y que - por supuesto - no los entiende a ellos.

La sociedad adulta tampoco sabe muy bien como tratar al adolescente. Por un lado ya no muestra hacia el la indulgencia con que perdona los errores del niño. Por otro lado tampoco le permite asumir el papel de adulto, alargando cada vez más el periodo de preparación necesario para incorporarse a la sociedad como miembro de pleno derecho. No es un niño, ni un adulto ¿qué es entonces? Para algunos el adolescente es un ser generoso, espontáneo, todavía ingenuo, lleno de ternura y curiosidad, en una palabra, la esperanza de un futuro mejor. Para otros es un ser molesto, critico, caprichoso, imprevisible, egoísta, orgulloso, incapaz de asumir responsabilidades. Tal vez unos y otros tengan algo de razón.

La vuelta a si mismo, la exaltación del yo, la reducción de la pandilla a un grupo de amigos escogido e intimo, la aparición de una sensualidad perturbadora, el profundo desarrollo intelectual, son algunas de las notas que marcan el principio de esta nueva fase de la vida que, sin romper totalmente con la infancia, apenas superada, orienta al adolescente hacia la madurez adulta.

También durante este periodo, probablemente tendrá que hacer frente al abuso de drogas, cuyo riesgo empezó ya en la etapa anterior. En la medida que nuestro trabajo durante los años anteriores haya sido eficaz y hayamos contribuido a hacer de nuestros hijos personas seguras de si mismos, independientes, con capacidad para relacionarse con otros y para tomar decisiones, habremos puesto las condiciones necesarias para que reaccionen adecuadamente a la oferta de drogas y puedan afrontar este nuevo periodo de su desarrollo.

Frente a un mundo tan cambiante como el que se vive, el adolescente, que también sufre profundos cambios, no puede mas que expresarse de la manera tan especial como lo hace, buscando en su expresión, la estabilidad de su personalidad perdida.



Características fundamentales de la adolescencia:

v Modificaciones físicas.

v Cambios psicológicos.

v Nueva percepción en cuanto a asunción y adjudicación de roles sociales.

v Desarrollo hacia el pensamiento adulto.

v Búsqueda de identidad.

v El grupo.

v Pensamiento formal abstracto.



En ciertas ocasiones el adolescente por diversas y variadas situaciones llega a limites de su accionar que rozan con el delito, acciones que entran en conflicto con la normativa legal, empieza el deambular, detenciones por merodeo, detenciones a disposición de padres, entradas circunstanciales a precintos, es aquí que se inaugura “oficialmente” la entrada al grupo del niño trasgresor o en conflicto con la ley penal.

La adolescencia es la etapa de la vida en la que las personas se encuentran en plena evolución intelectual, emocional y moral, sin haber culminado el proceso de formación para la vida adulta, lo que facilita, si se intervine a tiempo, la recuperación del niño o adolescente infractor en una proporción superior a la de los sujetos que delinquen mayores de edad.

El adolescente en conflicto con la ley penal, también denominados niños y adolescentes en riesgo social, adolescentes vulnerables, jóvenes transgresores, etc. Posee características singulares. Pero hay que advertir que no es la sumatoria indiscriminada de estas características la que da por resultado mágicamente al adolescente en conflicto con la ley penal, sino la complementariedad de algunas características imbricadas a una biografía con visicitudes diversas marcadas y enmarcadas en una familia singular y esta familia en interrelación con un contexto dado. El tema de la infancia y juventud en conflicto con la ley penal es un tema harto complejo por lo que las características que se enumeran son explicitados a manera pedagógica didáctica.




Características de los adolescentes en conflicto con la ley penal:

ü Impulsividad significativa: reacción inmediata sin reflexión previa.

ü Baja tolerancia a la frustración, no hay registro de la espera como un elemento ordenador, vivencia la espera como aniquilamiento.

ü Facilidad de paso al acto concatenado a la tendencia a actuar los conflictos. Fuerte impulso al disfrute del “aquí y ahora”, lo que unido a su vulnerabilidad para resistir a los estímulos del consumo, le incita a utilizar los medios más directos para conseguirlo (robo, tráfico de drogas, prostitución...)

ü Manipulación como estrategia para satisfacer sus necesidades en el aquí y ahora.

ü Escaso posicionamiento critico con respecto a transgresiones.

Autoestima alicaída con una imagen muy negativa de sí mismos, lo que facilita procesos de automarginación.

ü Dificultad para la comunicación, lo que entorpece la integración normal. Suele relacionarse sólo con pares de su misma situación y con aquellos que viven el mismo problema.

ü Acercamiento a grupos de riesgo, facilitado por la automarginación, la falta de límites desde los progenitores por lo que los niños pasan bastantes horas en la calle.

ü Inestabilidad emocional, pasando de la euforia al desanimo cíclicamente.

ü Depresión afectiva.

ü Vulnerabilidad a los grupos en riesgo: baja internalización del derecho al Si y del derecho al No.

ü Falta de límites: se debe dar todo aquí y ahora, no hay registro de la empatia.

ü Mecanismos de defensas estereotipados: generalmente de la proyección y la negación.

ü Desvalores: otorgan legitimación desde su cotidianeidad a valores y acciones socialmente no validas.

ü Precoz ingesta de drogas: como suedoalivio a las frustraciones.

Antecedentes de conducta delictiva a repetición: reincidencia en el delito.

ü Carencia severa de oportunidades: en casi todas las áreas en especial la laboral, económica y de ocio productivo.

ü Desconfianza en el sistema institucional relacionado dialécticamente con un acentuado rechazo de la autoridad, excepto al líder de la pandilla o de la banda.

ü Falta de compromiso afectivo con la sociedad o capacidad empatica disminuida significativamente.

ü Bajo desempeño escolar: generalmente repitientes crónicos, en especial en la escolaridad primaria pero asimismo en la enseñanza secundaria.

ü Problemas de convivencia escolar: excesivas sanciones escolares, expulsiones por problemas de conductas violentas y anómicas.

Desde una concepción de salud integral, debemos necesariamente remitirnos, y trabajar psicoterapéuticamente con el grupo de parentesco del adolescente en conflicto con la ley penal. El joven es integrante, emergente de una configuración familiar con singularidades, con partes saludables que hay que fortalecer desde el espacio psicológico y fragmentos patognomónicos donde como profesionales debemos estimular a que los miembros del grupo familiar reconozcan estas partes, para luego elaborarlas con el fin de lograr un posicionamiento critico con respecto a roles e interacciones. Es aquí que usualmente el joven emerge de una familia que denominamos multiproblematicas.



Aun se trabaje mas en lo institucional o en articulación interinstitucional, o en la modalidad que el psicólogo se proponga es menester que tengamos presente algo que focaliza Palazoli frente al señalamiento de una conducta problemática, el objeto de estudio deja de ser lo intrapsíquico, si no se toma como punto de referencia el sistema relacional del que el individuo forma parte. La atención se desplaza desde los procesos internos del individuo hacia sus relaciones con los demás. Pero señalemos que la familia se significa y resignifica en un todo social.




Familias Multiproblemáticas: se hace referencia a familias con graves dificultades, como pueden ser aisladas (sin apoyo de la familia extensa), excluidas (separadas de su contexto), suborganizadas (disfuncionales, con graves carencias de constancia en el desarrollo de los respectivos roles, sobre todo en el subsistema parental), asociales (con elevada frecuencia de comportamientos desviados a nivel social) o desorganizadas, disfunciones en la comunicación, o con caos comunicativo.

Ø Padres en disonancia educativa: por lo cual los progenitor no se ponen de acuerdo en los mensaje que deberían dar a sus hijos y frecuentemente cada cual dan mensajes diferentes y generalmente divergentes el uno del otro.

Ø Progenitores con roles desdibujados: superpuestos o con baja diferenciación.

Ø Personas inmaduras, le es dificultoso posicionarse en el lugar de adulto referente.

Ø Poca tolerancia a la frustración: por lo que las respuestas a las necesidades de los hijos son a veces inadecuadas o extremas.

Ø Sin posicionamiento crítico o propositivo: con respecto a su rol o función sin involucrarse como sujetos en cuanto a las visicitudes de los hijos.

Ø Padres “amigos”: (no posesionándose en el rol pertinente), por lo que no pueden transmitir mensajes, limites adecuados.

Ø Progenitores abandónicos: generalmente por actitudes adolescentitas de los progenitores.

Ø Progenitores expulsivos: que pueden darse por situaciones diversas entre ellos padres con un inadecuado mecanismo autorreferencial.

Ø Familias desintegradas que no logran elaborar tal situación.

Ø Falta de límites: por no lograr ponerles los límites claros concretos y coherentes a sus hijos, en cuanto a ellos mismo les cuesta limitarse de manera saludable.

Ø Indiferención en cuanto a la asunción y adjudicación de roles. En el endogrupo o en la familia extensa.

Ø Familias que facilitan inconscientemente la trasgresión: mediante mensajes y actos ambivalentes.

Ø Presencia en la dinámica familiar de desvalores: generalmente legitiman acciones socialmente no validas desde la vida familiar cotidiana.

Ø Numerosas, que en variadas situaciones no da lugar a la diferenciación de roles.

Ø Escaso espacio para compartir: esto hacinamiento generalmente facilita las situaciones hostiles.

Ø Precariedad laboral del jefe de familia.

Ø Economía de subsistencia: changas, cirujeo, venta ambulante, mendicidad, etc.

Ø Crianza de los hijos sin la presencia de uno de los progenitores, es decir monoparentales (circunstanciales o cíclicas,) por lo cual los hermanos suelen tener distintos apellidos; o alternancia de apellidos.

Ø Roles de madre o padre que son asumidos por hermanas/os mayores.

Ø Abandono escolar (o la permanencia en la escuela solo para cubrir las necesidades alimenticias primarias).

Ø Mala utilización (por desconocimiento) de los tiempos de ocio.

Ø Grupos de pares negativos (tanto en los menores como en los mayores).

Ø Antecedentes penales en algún/os miembro/s del grupo, varias de las veces con reincidencia en el delito de manera reincidente.



En la atención clínica diaria esta presente un vinculo terapeuta –paciente / adolescente; este vínculo genera un despliegue técnico-profesional que configura un campo de interacciones personales que es la situación terapéutica, que se inscribe en una realidad sanitaria dentro de una sociedad con diversos grados de evolución y desarrollo socioeconómico y cultural. A la manera de una espiral concéntrica de capas superpuestas interconectadas, estos elementos estructurados y estructurantes están siempre presentes en una vasta red de influencias gravitantes que dan cuenta de la calidad de dicho vínculo y de sus efectos sobre el proceso de salud-enfermedad.

La relación terapéutica con el paciente adolescente es compleja, por un lado hay una resistencia a la atención profesional, por otra parte se configura un rapport con importante aristas en cuanto a la identificación con el psicólogo, y por ende al modelo que este genera. Es desde esta posibilidad que es muy potable trabajar en la promoción y prevención de la salud desde la terapia grupal.

En esta búsqueda de identificación adolescente, el individuo recurre como comportamiento defensivo a la búsqueda de uniformidad, que puede brindar seguridad y estima personal. Allí surge el espíritu de grupo al que tan afecto se muestra el adolescente. Hay un proceso de sobre identificación masiva, en donde todos se identifican con cada uno. Los grupos sostienen a las personas a través de las redes de afecto que surgen entre los integrantes.

El punto de partida de toda acción terapéutica son las necesidades asistenciales del paciente. Las necesidades particulares de este sujeto en formación que se encuentra en una situación de contravención con la ley penal, que deben ser canalizadas a través de nuestra intervención profesional mediante un proceso de prevenir orientando desde la asistencia técnica.

El trabajo terapéutico implica un compromiso responsable, establecer una relación afectiva y discriminada, es decir un manejo adecuado de la disociación instrumental que de paso a la objetividad, por ende al trabajo profesional exitoso, para la contención del joven.

Asistir al Adolescente en conflicto con la Ley Penal será entonces poder efectuar la lectura de las necesidades no solo corporales sino también emocionales, familiares y sociales, acompañar a la persona en la “búsqueda de sentido de la vida”.



Trabajar terapéuticamente significa también anticiparse a las causas que en alguna medida, aportarían noxas a un organismo con un estado de vulnerabilidad en el que pudiera estar propenso o expuesto al proceso de enfermar.

La función del psicólogo es de psicodiagnóstico, tratamiento, asistencia, orientación y debe siempre propender a la prevención.

El trabajo del psicólogo en este ámbito se encuadra dentro de la Psicología Jurídica, ahora bien el profesional que aborda al niño y adolescente en conflicto con la ley penal, debe priorizar no únicamente a lo formación teorética, sino que debe tener predisposiciones especiales ser un profesional ético, humanizado y comprometido; desde aquí es que podemos esbozar un perfil del profesional que trabaja con esta población.




El perfil del psicólogo de niños y adolescentes en conflicto con la ley penal

El propósito de esta enumeración no es único, taxativa y definitoria; sino más bien uno de los fines indicativos es la de advertir sobre algunas particularidades del profesional que interviene con esta población especifica: la de los niños y adolescentes en conflicto con la ley penal. El trabajo del psicólogo con esta población es arduo y con aristas inconfundibles donde se enmarca dentro de los márgenes de la psicología jurídica pero debemos señalizar que se entrecruzan las conocimientos y técnicas de la psicología clínica, sanitaria, educacional y por cierto jurídica. Hecha esta aclaración van algunos ítems del perfil que correspondería debería tener el psicólogo que trabaja con niños y adolescentes en situación de trasgresión penal ya sea en institutos socioeducativos como en instancias de medidas alternativas de libertad:

Ø Poseer experiencia clínica, diagnostica, psicoterapéutica y sanitarista.

Ø Buen manejo de Atención Primaria de la Salud.

Ø Habilidad para asesorar.

Ø Pensamiento crítico y propositito.

Ø Capacidad de investigación jurídica y académica.

Ø Conocimiento de cultura general y temática especifica.

Ø Sagacidad, creatividad.

Ø Formación en abordaje de adolescentes.

Ø Empático.

Ø Reflexivo.

Ø Compromiso ético.

Ø Alto umbral de tolerancia a la frustración.

Ø Tolerancia al stress.

Ø Manejo de la disociación instrumental.



El tratamiento que realizamos es individual, y/o familiar, eventualmente se realiza tratamiento grupal si se cumplen determinados criterios de selección previamente pautados.

Prevención: es todo recurso que permite reducir, disminuir, interrumpir o aminorar la progresión de una afección o enfermedad. Prevención es anticiparse, actuar antes de,..

Por una parte se evita la enfermedad, antes de que suceda y por otra se cura una vez aparecida. Se trata pues, no solo de evitar, sino, que una vez instalada la enfermedad, detener su curso hasta conseguir la curación o en caso de no ser posible, retrasar su progresión el máximo tiempo que se pueda. Esta prevención cobre sentido desde la concepción de asistencia entendida como ayudar, socorrer o servir al otro en necesidad, se trata entonces de una mutua convergencia entre el otro necesitado y el ofrecimiento de quien lo asiste. Es importante discriminar cuales son los recursos en él haber de ambos y elegir entre ellos él mas adecuado a las circunstancias. De esta manera el asistido será individualizado, puesto que las necesidades de atención surgen de campos diferentes. Poder comprender lo que el otro necesita determinará el curso de acción a seguir. Es desde aquí que el objetivo fundamental de la prevención es acompañar y favorecer el desarrollo socio /afectivo / madurativo de los adolescentes con objeto de que estén preparados y en condiciones de rechazar las ofertas de situaciones transgresoras, a las que frecuentemente y cotidianamente están expuestos; es a la vez promover, potenciar habilidades y capacidades socialmente loables.

Educación Preventiva es un proceso dinámico en el que Educadores y Educandos son a la vez, simultáneamente, emisores y receptores de mensajes, la Educación Preventiva es un proceso que abarca un amplio conjunto de actitudes que apuntan al desarrollo intelectual, emotivo, psicológico y físico de la persona, en la practica información y educación se funden y se confunden en un mismo Proceso de Prevención.

Las actividades preventivas, en la actualidad se clasifican en tres niveles, estos son: prevención Primaria, Secundaria, Terciaria. Actualmente se habla de medidas preventivas cuaternarias, pero aun es su utilización controvertida pues generalmente se la sitúa dentro de las acciones de la prevención terciara.

v Prevención Primaria: tiene como objeto disminuir la probabilidad de ocurrencia de las afecciones y enfermedades.

Las medidas de prevención actúan en el período pre-patológico.

Se distinguen dos tipos de actividades de Prevención Primaria:

a) Promoción de la salud b) Protección de la salud.

a) La promoción de la salud busca el bienestar general de las personas. Por ej.: educación sanitaria, vivienda, recreación, educación sexual, nivel nutricional, genético, examen periódico de salud.

b) La protección de la salud: medidas aplicadas a una enfermedad o grupo de enfermedades tendientes a interceptar las causas antes que involucren al hombre. Por ej.: Saneamiento ambiental, inmunizaciones etc.




v Prevención Secundaria: tienen como objeto de evitar la propagación y la transmisión de la enfermedad hacia otros.

Las actividades se desarrollan en el período patológico.



Las actividades son: diagnostico precoz, tratamiento inmediato, prevenir complicaciones, prevenir la incapacidad prolongada.



v Prevención Terciaria: (rehabilitación) actúa cuando las lesiones patológicas son irreversibles y la enfermedad está establecida.

Su objetivo es volver al individuo afectado a un lugar útil en la sociedad y utilizar las capacidades de funcionamiento. La rehabilitación contiene elementos físicos, psicológicos y sociales. El éxito de ella dependerá de adecuados recursos dentro de la institución familiar, hospitalaria, y de la comunidad.

v Prevención Cuaternaria: Es la reinserción laboral del paciente y se trabaja para devolver la independencia económica del sujeto. Es todavía su inclusión polémica, pues a veces se la considera parte dependiente de la prevención terciaria. Esta medida preventiva esta directamente relacionada al marco socio-económico que será potable o no para que esta persona que se rehabilitó socialmente pueda insertarse en una profesión, arte u oficio.




Estos niveles preventivos no son incompatibles entre sí, no se excluyen sino que se complementan, enriqueciéndose mutuamente en su implementación conjunta con el fin de mejorar la calidad de vida de la gente y de la sociedad en su conjunto. Pero siempre teniendo presente que esta prevención debe tender como fin ultimo a una prevención social del delito que se centre en los jóvenes en tanto titulares de una psicosociobiografia imbricados en una red vincular comunitaria.



En esta línea se trabaja esencialmente con los factores protectores tanto en el ámbito familiar como individual, cobrando incidencia significativa los siguientes aspectos del desarrollo socio/personal:

Ø La autoestima: como estrategia para que el adolescente se apropie de elementos saludables en cuanto lo posiciones como sujeto de derechos.

Ø La autonomía y la responsabilidad: relacionada al punto anterior, con énfasis en la inclusión educativa o laboral.

Ø El discernimiento: como paso previo, gradual y sostenido al Derecho al Si y el Derecho al No desde una postura crítica propositiva y socialmente loable.

Ø La competencia para las relaciones interpersonales: a través del intercambio con instituciones del medio inmediato desde una postura empatica.



Un punto a destacar en el adolescente es el pobre auto concepto e imagen negativa que tienen de sí mismo, en la medida en que los adultos referentes los incentiven, les planteen retos, apoyo, contención, les feliciten y recompensen según las adquisiciones o logros, les ayuden a relativizar los errores, estarán fomentando sentimientos de competencia personal y de seguridad, haciendo que se sientan aceptados y que vayan formando una imagen positiva de si mismo. Esta imagen se fundamenta en el desarrollo de la autonomía y responsabilidad.

La autonomía es el sentido de la propia identidad, la habilidad para actuar independientemente y el control de algunos factores del entorno.

En el espacio terapéutico, una de las estrategias es hacer al individuo más autónomo y responsable de la construcción de su propio estilo de vida saludable.

Algunas de las estrategias se deben dirigir a:

Ø El conocimiento y consiguiente insight de aquellas acciones y decisiones responsables que favorecen el desarrollo de su autonomía.

Ø Impulsar, estimular la creación de alternativas, tanto por parte de las personas adultas como por parte del adolescente, cuya puesta en práctica les permita reconocer su propio poder de decisión, su propio compromiso y responsabilidad ante la decisión tomada.



Se trata de ayudarles a “darse cuenta” de la importancia del autocontrol ante las situaciones adversas y de aprender a solucionar sus problemas con los medios a su alcance, a la vez estimularlos a la toma de decisiones en forma autónoma, razonada y responsable. Esta función se realiza en forma sostenida, firme y focalizada. Pero cabe advertir que en nuestro trabajo cotidiano “que no existe una estrategia fija para el abordaje de esta población, sino que los recursos terapéuticos se utilizan de acuerdo a cada caso, teniendo en cuenta la singularidad de cada institución y/o programa alternativo a la institucionalización en su comunicad imbricado a la comunidad a la que pertenece ese niño o adolescente. Desde aquí es que decimos que es una práctica heterodoxa que se perfila en tanto al sujeto atravesado por una situación legal peculiar entre otras consideraciones que hacen al caso por caso.

Dicha intervención profesional del psicólogo se inscribe y circunscribe en una práctica interdisciplinaria, marcada y enmarcada en un tratamiento correccional integral cuya meta es la resocializacion de la persona en formación que esta en conflicto con la ley penal.

El trabajo psicoterapéutico del psicólogo con adolescentes en conflicto con la ley penal institucionalizados, ya sea en institutos socioeducativos, residencias, de adolescentes en riesgo social o bien en sistemas alternativos a la institucionalización como podrían ser programas de Libertad Asistida, Guardas, Programa de Atención Inmediata, Programas de Inclusión Educativos / Laborales, trabajos comunitarios, programas de rehabilitación para drogas- tiene un rol de diagnostico, asistencia, tratamiento fundamentalmente, pero debemos advertir que si bien las tareas y acciones de salud que realiza el psicólogo se ubican en la prevención secundaria (asistencia), no obstante no se puede desconocer que cuando el psicólogo atiende a un paciente sosteniéndolo, conteniéndolo, fortaleciendo sus partes sanas dentro de hábitat social, esta desarrollando o facilitando medidas preventivas primarias,secundarias terciarias y cuaternarias.





Conclusiones:
Desde una perspectiva psicológica-criminológica, el carácter educativo interdisciplinario del tratamiento (integral, individualizado) adquiere suma trascendencia ya que los jóvenes por su condición de seres humanos en desarrollo se encuentran en una situación jurídica-social diferente respecto a los adultos, en relación con la insuficiente madurez para comprender la criminalidad del acto o para conducirse conforme a esa comprensión, por lo cual requiere una atención específica acorde a sus necesidades personales, familiares y sociales. El fin del tratamiento es resocializar al joven.

No respetar los derechos del niño es aberrante, pero además es inconstitucional.

La defensa de los derechos de las personas, y en particular de los derechos del niño, es algo que debe practicarse todos los días. De cada uno de nosotros depende la plena vigencia de esos derechos, que son los nuestros.

Asistir al Adolescente en conflicto con la Ley Penal será entonces poder efectuar la lectura de las necesidades no solo corporales sino también emocionales, familiares y sociales, acompañar a la persona en formación en la “búsqueda de sentido de la vida”.






Autores:

Ø Gabriela A. Arévalo – Lic en psicología.

Ø Jorge R. Maldonado – Lic en psicología.




Bibliografía:
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- Videla, M. (1997) “Prevención, Intervención Psicológica en Salud Comunitaria”, Ed Paidos.




Nuestro agradecimiento a todos nuestros alumnos de los distintos cursos de formación en adolescencia, salud y educación quienes durante el transcurrir de los años nos fueron aportando datos, material bibliográfico, correcciones y sugerencias para culminar esta publicación.. Asimismo el más calido agradecimiento a nuestros amigos colegas que nos alientan constantemente en nuestro trabajo profesional cotidiano. Dejamos nuestro mail para recibir comunicarnos y recibir comentarios sugerencias jorgermaldonado@yahoo.com.ar






Gabriela A. Arévalo.
Jorge R. Maldonado
Licenciados en Psicología
Universidad Nacional de Córdoba.
jorgermaldonado@yahoo.com.ar

sábado, 16 de julio de 2011

50 CLAVES ESENCIALES PARA SU COMPRENSIÓN

50 CLAVES ESENCIALES PARA SU COMPRENSIÓN
por David Puchol Esparza



La Depresión es una enfermedad grave y potencialmente letal que afecta al cuerpo, a la mente y al alma de la persona que queda atrapada bajo su influencia. Interfiere negativa y significativamente con la forma en que un individuo se relaciona con el mundo, en la forma que tiene de relacionarse consigo mismo, con su círculo social más próximo y en la forma en cómo interpreta su ambiente natural y los acontecimientos que le rodean.

La Depresión es un estado cualitativamente diferente de la tristeza ocasional o de un estado de ánimo ‘decaído’ de carácter transitorio y no patológico. Es un término que se utiliza inapropiadamente y con excesiva frecuencia, lo que provoca que sea malinterpretado habitualmente por parte de la mayoría de las personas. Las creencias erróneas y los falsos mitos abundan sobre este tópico. La Depresión no es un síntoma de una ‘debilidad personal’ de la que avergonzarse o de ‘un fallo del carácter’ que es necesario ocultar o negar. De igual modo, es necesario algo más que ‘fuerza de voluntad’ o ‘ganas de animarse’ para escapar con éxito y de forma definitiva de la Depresión.

Sin el adecuado tratamiento, por parte de especialistas cualificados, un Episodio Depresivo puede extenderse durante semanas, meses e incluso años y los síntomas característicos intensificarse casi en la misma proporción, llegando a peligrar la propia vida del individuo que la padece debido a las tendencias suicidas recurrentes que, en no pocas ocasiones, se manifiestan con intensidad. Un diagnóstico preciso y precoz, aunque no siempre sencillo de obtener, facilita enormemente el diseño de estrategias de intervención efectivas que logran alejar, en la inmensa mayoría de los casos, a la Depresión de la vida de las personas que en algún momento se han visto atrapadas en ella.

El presente artículo pretende exponer los rasgos básicos que caracterizan el conocimiento que en la actualidad se dispone sobre este tipo de trastornos. A través de cincuenta claves extraídas de las investigaciones más recientes y enumeradas en las referencias bibliográficas, se pretende eliminar algunas creencias falsas y mitos muy extendidos y ofrecer información actualizada que facilite al lector interesado una mayor comprensión sobre los diferentes Trastornos Depresivos....




1/ Datos de la Organización Mundial de la Salud del año 2001 situaban en aproximadamente 450 millones las personas aquejadas de algún tipo de trastorno mental en todo el mundo.

2/ La Depresión es una de las enfermedades mentales más comunes,afectando en la actualidad a 340 millones de personas en todo el mundo.A pesar de que la Depresión permanece a menudo como una enfermedad no detectada y/o diagnosticada en su dimensiones reales,se calcula que entre un 2 y un 4 % de la población general padece este tipo de trastorno.

3/ La Depresión Mayor es el trastorno psicológico con mayor prevalencia en el mundo occidental. La Organización Mundial de la Salud situa la incidencia de la depresión (clinicamente diagnosticable) entre la población de los países más desarrolllados en un 15%. Su expansión e incidencia es creciente en todos los grupos de edad aunque muy especialmente entre los más jovenes.

4/ Con este ritmo de crecimiento y progresión,según la Organización Mundial de la Salud,para el año 2020 se convertirá en la segunda causa más importante de incapacitación y muerte,tan sólo superada por las enfermedades cardiovasculares.

5// Teniendo en cuenta tanto su prevalencia real entre la población general como el volumen de interés e investigación científica generada a su alrededor en los últimos años podemos destacar como los principales Trastornos Depresivos los siguientes : La Depresión Mayor, La Distimia, el Trastorno Maníaco-Depresivo, El Trastorno Afectivo Estacional y el Trastorno Disfórico Premenstrual.

6/ Entre los síntomas más característicos de la Depresión Mayor se incluyen un persistente e intenso estado de ánimo decaído, una pérdida de interés o de capacidad para experimentar placer por aquellas actividades habituales que con anterioridad sí lo producían, cambios significativos en los niveles de apetito o en el propio peso corporal,modificaciones en los patrones de sueño habitual (bien por exceso o por defecto), pérdida de energía, sentimientos de inadecuación o culpa, enlentecimiento físico y apatía, dificultades de concentración, entorpecimiento en las habilidades cognitivas y pensamientos recurrentes sobre el suicidio o la muerte. La Depresión Mayor es el trastorno emocional más comunmente diagnosticado.

7/ La Distimia, una forma menos severa, aunque de carácter más crónico, que la Depresión Mayor, es diagnosticada cuando el estado de ánimo depresivo persiste durante al menos dos años en adultos (un año en niños y adolescentes) y se encuentra acompañado por, al menos, otros dos síntomas depresivos. Muchas personas con Trastornos Distímicos también experimentan Episodios Depresivos Mayores.

8/ El Trastorno Bipolar o Trastorno Maníaco-Depresivo se caracteriza por la presencia de episodios de depresión mayor que se alternan con episodios de manía, definidos estos últimos por la presencia de períodos de estados de ánimo anormal y persistentemente elevados/sobreexcitados que se acompañan de síntomas característicos como una sobrevaloración de sí mismo, descenso en la necesidad de descanso y sueño, agitación física, sentimientos desproporcionados e injustificados de bienestar y euforía, delirios de grandiosidad, dificultades de concentración, sentimiento de invencibilidad, creencias no realistas sobre las propias capacidades y posibilidades, hiperactividad, incapacidad para relajarse o permanecer inactivo, irritabilidad, patrones de pensamiento especialmente rápidos y acelerados, tendencia al abuso de drogas (particularmente cocaína, alcohol y barbitúricos), sentimientos desproporcionados, injustificados y excesivos de euforia y bienestar, patrones de comportamiento significativamente diferentes a los habituales, habla rápida y en ocasiones de difícil comprensión, incremento significativo en los niveles de energía y actividad, fuga de ideas o experiencia subjetiva de aceleración del pensamiento, distraibilidad extrema o agitación psicomotora manifiesta por citar algunos de los síntomas más característicos de este Trastorno Depresivo.

9/ En cuanto a la manifestación clínica del Trastorno Bipolar,normalmente el episodio aparece de forma aguda... los síntomas pueden manifestarse en cuestión de días o semanas. La duración de los episodios, es muy variable... desde unos pocos días hasta varios meses, incluso en el mismo paciente. Previamente a la aparición de medicamentos efectivos, la duración media oscilaba entre seis meses y un año, pero en la actualidad suelen ser notablemente más cortos (semanas o pocos meses). Incluso con medicación, por lo general la duración de los episodios depresivos suele ser mayor que la de los episodios maníacos.

10/ Existe mucha menor investigación científica sobre el Trastorno Maníaco-Depresivo en relación con el resto de Trastornos Depresivos. Además, al ser un cuadro de aparición relativamente infrecuente, los estudios efectuados en la población general ofrecen datos estadísticamente menos fiables y significativos que los realizados sobre otros trastornos.

11/ El Trastorno Afectivo Estacional se caracteriza por la aparición de episodios depresivos recurrentes estrechamente vinculados a determinadas estaciones del año que ‘coexisten’ con estados de ánimo normales durante el resto del año. Se han identificado dos patrones estacionales de este tipo de Trastorno Depresivo: un tipo de aparición otoñal, el más habitual, también conocido como ‘Depresión Invernal’, en el que los principales Episodios Depresivos comienzan hacia finales del otoño y primeros meses del invierno y desaparecen durante los meses de verano, y un tipo de aparición primaveral, menos común, también denominado como ‘Depresión Veraniega’, en el que el Episodio Depresivo comienza hacia finales de la primavera y primeros meses del verano. Por regla general aparece por primera vez durante la etapa adulta temprana (la edad promedio de aparición se situa sobre los 23 años aproximadamente) y se presenta predominantemente en mujeres,con una frecuencia cuatro veces mayor que en los hombres.

12/ El Trastorno Disfórico Premenstrual es una variante severa del Síndrome Premenstrual que afecta aproximadamente al 5% de las mujeres en edad fértil, sin diferencias socioeconómicas, geográficas, étnicas o culturales. El trastorno aparece durante la semana previa a la menstruación y suele desaparecer hacia la mitad de ésta. Los síntomas característicos pueden clasificarse en físicos (cefalea, fatiga, hinchazón abdominal, hipersensibilidad mamaria, acné, etc), emocionales (ansiedad, depresión y hostilidad explosiva e irracional, forman la triada emocional más frecuentemente encontrada) y conductuales (son relativamente frecuentes las alteraciones en la alimentación y el incremento del sentimiento de aislamiento). La mayor parte de las mujeres experimenta alguna vez síntomas premenstruales, aunque en menos del 10% éstos son intensos. Puede iniciarse a cualquier edad de la vida reproductiva, aunque es más frecuente en la tercera década. Las investigaciones acerca de los factores de riesgo e incidencia familiar son preliminares y no lo suficientemente concluyentes.Lo mejor establecido es la existencia de una mayor prevalencia de trastornos afectivos previos.

13/ El término ‘Depresión’ a menudo resulta ser confuso y tiende a ser malinterpretado, ya que se utiliza con excesiva frecuencia para describir estados anímicos negativos ‘normales’ que desaparecen con facilidad o tienen un carácter transitorio. La persistencia, la severidad y la capacidad para interferir negativamente en la vida del individido son las claves que nos permiten distinguir los síntomas clínicos de la Depresión de aquellos otros estados emocionales negativos y/o fluctuaciones emocionales, habituales pero no patológicas.

14/ Los Trastornos Depresivos, a pesar de las creencias populares y de los falsos mitos, no son debidos a una ‘debilidad personal’, un ‘fallo de carácter’ o consecuencia de una ‘inmadurez psicológica’ latente. Una compleja combinación de factores biológicos, psicológicos y ambientales contribuyen y juegan un rol determinante en la aparición, consolidación y desarrollo de los síntomas característicos de la Depresión.

15/ Más de las dos terceras partes de las personas que sufren un Trastorno Maníaco-Depresivo tienen un familiar cercano con la misma enfermedad o con una depresión mayor, lo que sugiere el alto componente hereditario de este tipo de trastorno. Las probabilidades de padecer un Trastorno Bipolar son significativamente mayores en los hijos de enfermos bipolares. Cuando uno de los padres padece la enfermedad el riesgo para el hijo se sitúa entre el 15-30%. Cuando ambos padres padecen el trastorno el riesgo de aparición se dispara hasta alcanzar un porcentaje que oscila entre el 50-75%.

16/ La prevalencia de la Depresión mayor es 10 veces superior entre las personas nacidas con posterioridad al año 1945 que entre aquellos nacidos previamente. Este hecho tiende a apoyar las hipótesis que afirman que las raíces de la depresión en la mayoría de ocasiones no dependen, con exclusividad, de factores biológicos y/o genéticos.

17/ Se ha constatado unos niveles significativamente altos de variabilidad personal entre las personas aquejadas de los diferentes tipos de Depresión en relación a la clase e intensidad de los síntomas presentes, el desarrollo de la enfermedad o la respuesta a los diferentes tipos de tratamiento, lo que indica claramente que en la Depresión se encuentran implicados un complejo y variado número de factores y precipitantes que a menudo interactúan entre sí. Esta variabilidad extrema supone el mayor reto al que deben enfrentarse los expertos a la hora de tratar de comprender el problema en su dimensión global y encontrar vías de tratamiento eficaces.

18/ El impacto económico de la Depresión Mayor es comparable al producido por el SIDA o los trastornos cardiovasculares. Sólo en Estados Unidos se estima que los gastos anuales relacionados con la Depresión alcanzan los 70 billones de dólares en aspectos muy diversos como los gastos médicos, la pérdida de productividad en las empresas y otras pérdidas indirectas relacionadas.

19/ Es especialmente destacable la tasa de hospitalizaciones características del Trastorno Bipolar. Una investigación reciente llevada a cabo en Estados Unidos por la ‘National Depressive and Manic Depressive Association’ (NDMDA) constató que el 88% de los pacientes diagnosticados con ‘Trastorno Bipolar’ habían sido hospitalizados psiquiátricamente al menos una vez, y el 66% habían sido ingresados dos o más veces. Aunque los síntomas pueden remitir de forma significativa al recibir el tratamiento adecuado, los trastornos funcionales en la vida del sujeto son especialmente persistentes y recurrentes en este tipo de trastorno. Un estudio reciente señala que las personas aquejadas por el Trastorno Bipolar se verán incapacitadas para trabajar durante, al menos, una cuarta parte de su vida activa.

20/ Las consecuencias negativas derivadas de los Trastornos Depresivos no se reducen exclusivamente al ámbito económico o sanitario sino que se extienden a aquellas áreas más directamente relacionadas con la vida familiar y social del individuo. El Trastorno Bipolar, por ejemplo, añade una cantidad impresionante (a menudo insoportable) de tensión y exigencia en la relaciones interpersonales. Se calcula, de acuerdo con el reciente estudio de la NDMDA, que entre el 57% y el 73% de los pacientes diagnosticados de Trastorno Bipolar están divorciados o han pasado por crisis de pareja significativas.

21/ Más de las dos terceras partes de aquellas personas aquejadas de un Trastorno del Estado de Ánimo que reciben tratamiento no han sido correctamente diagnosticadas. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, cerca del 70% de los pacientes con trastornos mentales a menudo se ‘quejan’ de trastornos físicos secundarios asociados como insomnio, dolores vagos y difusos o fatiga generalizada y prestan menos atención a los síntomas más directamente relacionados con el propio trastorno psicológico. La ansiedad, un síntoma común asociado a la Depresión, suele afectar a cerca del 80% de los individuos depresivos.

22/ Por desgracia, aunque las posibilidades de tratamiento de la Depresión son, en la mayoría de ocasiones, eficaces y precisas, se calcula que menos de la mitad de los pacientes afectados de Depresión buscan (y encuentran) el tratamiento más adecuado para sus necesidades. Demasiadas personas se ‘resisten’ al tratamiento porque consideran que la Depresión no es ‘algo serio’, porque creen que ‘pueden salir ellos mismos’ o porque la consideran como ‘una debilidad personal’ en lugar de un enfermedad médica con entidad propia. Curiosamente, a pesar de que sólo un porcentaje minoritario de las personas aquejadas por Depresión buscan tratamiento especializado, los depresivos presentan una tendencia mayor a buscar ayuda médica para otros trastornos fisicos menores asociados, como dolores vagos o molestias físicas difusas sin justificación aparente.

24/ El Trastorno Maníaco-Depresivo presenta especiales peculiaridades que dificulta, si cabe, en mayor medida un adecuado y preciso diagnóstico. El Trastorno Bipolar puede ser a menudo enmascarado por otros trastornos psiquiátricos comunes como los trastornos de conducta, la hiperactividad, el abuso de alcohol y drogas, ciertos síntomas psicóticos, rasgos obsesivos, ataques de pánico, personalidad borderline o trastorno por estrés postraumático. Condiciones que añaden dificultad en el diagnostico diferencial del mismo y en el posterior diseño de las estrategias de intervención más adecuadas en cada caso individual.

25/ La Depresión puede ser sufrida por cualquiera, a cualquier edad y en cualquier grupo de población, independientemente de su raza o pertenencia étnica. Nadie es inmune a la Depresión y golpea a personas de toda condición, independientemente de su clase social, país de orígen o nivel cultural, si bien las mujeres presentan una prevalencia dos veces mayor de Episodios Depresivos en comparación con los hombres.

26/ Un estudio realizado sobre más de 1.000 artistas famosos del siglo XX encontró que mostraban una prevalencia entre dos y tres veces mayor de trastornos mentales como la psicosis, los intentos de suicidio, los trastornos del estado de ánimo y el abuso de sustancias en comparación con otras personas que alcanzaron el éxito profesional en otros campos y actividades profesionales como los negocios,la ciencia o la política.

27/ Una investigación realizada sobre diversas generaciones de escritores y artistas arrojó como resultado más significativo el hecho de que la incidencia de la Depresión sobre este grupo específico era entre 8 y 10 veces mayor, la presencia del Trastorno Maníaco-Depresivo era entre 10 y 20 veces superior y los episodios de suicidio e intentos de suicidio era hasta 18 veces mayor en relación a la población general.

28/ El diagnóstico erróneo y los tratamientos inadecuados son especialmente habituales entre las minorías y los grupos marginales. Entre los factores que parecen contribuir a este hecho se encuentran el recelo hacia el uso de los servicios públicos de salud por parte de estos grupos de población, las barreras socio-culturales, la presencia de trastornos secundarios asociados, los factores socioeconómicos, el peso de las creencias religiosas y la dependencia del propio grupo de referencia para tratar los propios problemas sin ayudas externas.

29/ Afortunadamente la Depresión se encuentra entre los trastornos mentales que mejor responden al tratamiento por parte de profesionales especializados. Se estima que entre un 80-90% de las personas que son adecuadamente tratadas responden de forma positiva al tratamiento y practicamente la totalidad de los pacientes experimentan un alivio significativo, en diferentes grados, de sus síntomas depresivos. Pero, como paso previo fundamental, la Depresión debe ser adecuadamente reconocida y diagnosticada.

30/ La Depresión, cuando no es adecuadamente diagnosticada y tratada, es una enfermedad que puede convertirse en crónica. Se estima que entre el 15-30% de las personas aquejadas de un Episodio Depresivo no se recuperarán jamás de una forma completamente satisfactoria.

31/ Las recaídas son características de la Depresión. Entre el 50 y el 80% de las personas que han experimentado un Episodio Depresivo, sin el adecuado tratamiento, experimentarán otro similiar, generalmente entre los dos y los tres años posteriores a la aparición del primero. Para muchas personas esta primera recaída supone el inicio de una serie de episodios cíclicos depresivos que, en cerca de un 25% de los casos, llegan a cronificarse.

32/ En los últimos 45 años los índices de suicidio se han incrementado un 60% en todo el mundo. El suicidio se encuentra entre las tres mayores causas de muerte entre las personas de ambos sexos cuyas edades oscilan entre los 15-44 años. Los intentos de suicidio son 20 veces más frecuentes que los suicidios ejecutados con éxito. A nivel mundial entre 10-20 millones de personas intentan suicidarse cada año, un millón lo consiguen.

33/ Los pensamientos recurrentes acerca de la muerte y de la posibilidad de terminar con la propia vida son tan comunes entre las personas con Depresión que ha terminado por considerarse como un ‘síntoma’ para el diagnóstico clínico. Se calcula que cerca del 80% de los suicidios son llevados a cabo por personas aquejadas por alguna forma de Depresión. Cerca del 30% de pacientes diagnosticados de Depresión Mayor intentarán, en algún momento, quitarse la vida. La mitad de ellos tendrán éxito.

34/ Los pacientes aquejados de Trastorno Maníaco-Depresivo son considerados el grupo de individuos con mayor riesgo de suicidio e intento de suicidio en comparación con cualquier otra enfermedad mental o física. La mortalidad de los pacientes bipolares no adecuadamente tratados es superior a los enfermos de la mayoría de trastornos cardiovasculares y a los pacientes afectados de cáncer. Diversos estudios realizados sobre grupos de individuos maníaco-depresivos indican que entre un 25-50% de ellos intentarán quitarse su propia vida al menos en una ocasión.

35/ La Depresión puede golpear sobre cualquier grupo de edad, pero es más común entre personas cuyas edades oscilan entre los 25-44 años. La investigación demuestra que el porcentaje se ha elevado entre las personas de la tercera edad, se estima que el 15% de las personas que superan los 65 años padecen Depresión, mostrándose una clara correlación con el hecho de vivir solos. De igual forma se calcula que entre el 10-20% de los niños requerirán ayuda y apoyo relacionado con los síntomas depresivos en algún momento de su infancia. La incidencia de la Depresión entre los niños y, muy especialmente, entre los adolescentes se ha incrementado de forma alarmante en los últimos años.

36/ Cerca del 90% de los Trastornos Maníaco-Depresivos hacen su aparición en la vida del individuo antes de los 20 años, menos frecuente (aunque posible) es la aparición de este trastorno en la infancia o en la edad adulta madura. El porcentaje de hombres y mujeres afectados, a diferencia de la Depresión Mayor, es similar y su aparición es independiente de la raza,la pertenecia a minorías étnicas o culturales, el nivel sociocultural o la clase social.

37/ Uno de cada cinco niños, según algunas investigaciones, presentan algún tipo de trastorno mental, emocional o de conducta clínicamente diagnosticable. Cerca de uno de cada diez pueden padecer algún tipo de trastorno emocional severo. Sin embargo el 70% de los niños y adolescentes no reciben ningún tipo de tratamiento especializado. El 3% de los niños y uno de cada ocho adolescentes sufren algún tipo de Depresión. Una vez que un niño o un adolescente ha experimentado un Episodio Depresivo, el riesgo de padecer un nuevo episodio dentro de los cinco años siguientes se multiplica significativamente. Se calcula que el 20% de los adolescentes que sufren una Depresión Mayor desarrollarán un Trastorno Maníaco-Depresivo en los cinco años posteriores a la aparición de los primeros síntomas depresivos.

38/ La tercera edad es considerada el grupo de edad con mayor riesgo de suicidio. La tasa de suicidio entre este grupo de edad es un 50% superior en relación a la población más joven. Más de 2/3 del total de suicidios dentro de este grupo de población es atribuida a la depresión, cuando ésta no ha sido correctamente diagnosticada y/o tratada. De acuerdo con un estudio muy reciente, la mayoría de los ancianos que acaban suicidándose han visitado a su médico en fechas muy próximas a las de su muerte; El 20% el mismo día, el 40% la semana anterior y el 70% durante el mes anterior a la fecha del suicidio. Estas cifras no hacen sino reforzar la idea de que es necesario priorizar los mecanismos de detección precoz y adecuado tratamiento como vía eficaz para prevenir y/o reducir el porcentaje de suicidos en este grupo de edad.

39/ Se calcula que a lo largo de su ciclo vital,entre un 5-12% de los hombres y entre un 10-25% de las mujeres sufrirán, al menos, algún tipo de Trastorno Depresivo.

40/ Los hombres, a diferencia de las mujeres, tienden a encubrir la Depresión con otras conductas y hábitos de riesgo. Los comportamientos destructivos (hacia sí mismos o hacia los demás), la somatización del trastorno, los rasgos de carácter antisocial, el abuso de drogas legales e ilegales, la violencia, el abuso y el maltrato físico o psicológico son a menudo estrategias y reacciones que tratan de encubrir y/o huir de la causa subyacente... la angustia y la desesperación que se alimentan de un Trastorno Depresivo latente y a menudo inconsciente.

41/ En algún punto a lo largo del ciclo vital de las mujeres, aproximadamente entre el 10-25% sufrirán, como mínimo, un Episodio Depresivo susceptible de ser tratado por los especialistas. Los años inmediatamente posteriores al nacimiento de los hijos y la etapa previa a la menopausia son períodos especialmente críticos.

42/ Los Trastornos Depresivos y los Trastornos de Ansiedad representan el 79% de la totalidad de los diagnósticos psiquiátricos. A menudo la Depresión ‘coexiste’ con otros trastornos, tanto físicos como mentales, que a menudo enmascaran un adecuado diagnóstico y/o dificultan el diseño de estrategias de intervención efectivas.

43/ Los trastornos de ansiedad, el abuso de sustancias y los trastornos de la conducta alimentaria son condiciones asociadas a la Depresión, y en algunos casos, el orígen de ésta, lo que dificulta el éxito de la intervención y reduce las posibilidades de una recuperación real y duradera.

44/ El abuso del alcohol y las drogas es común entre las personas que sufren un Trastorno Depresivo, especialmente entre aquellos que padecen un Trastorno Bipolar. Los investigadores creen que cerca del 50% de este tipo de pacientes abusarán de este tipo de sustancias y presentarán problemas de adicción a lo largo de su ciclo vital.

45/ En los últimos años la investigación científica se ha mostrado especialmente interesada en la relación existente entre la Depresión y diversas enfermedades físicas. Estudios recientes han demostrado que cuando la Depresión, asociada a ciertas enfermedades, es eficazmente tratada, la prognosis de trastornos como el sida, el cáncer, las enfermedades cardiovasculares, la enfermedad de Parkinson o la diabetes mejora de forma significativa. Así mismo se ha demostrado que la Depresión incrementa, de forma apreciable, el riesgo de padecer problemas de corazón. Las personas con Depresión tienen cuatro veces más posibilidades de sufrir un ataque al corazón en relación con aquellos otros sin antecedentes depresivos.

46/ Numerosas drogas utilizadas en el tratamiento de otras enfermedades, como el cáncer, los trastornos cardiovasculares, la alta presión sanguínea o la artritis, además de algunos contraceptivos orales y ciertos antibióticos pueden precipitar los síntomas característicos de la Depresión. Las enfermedades crónicas o los trastornos agudos también pueden estimular o exacerbar los síntomas depresivos. Los trastornos neurológicos, hormonales, las infecciones o los tumores, en algunas ocasiones, pueden ‘confundirse’ con los rasgos que caracterizan a la Depresión o a los Trastornos Depresivos. De igual forma, cuando todas las pruebas médicas resultan negativas, o si ciertas molestias físicas no responden de forma adecuada a los tratamientos habituales, existe una significativa posibilidad de que la Depresión sea la auténtica responsable latente de los problemas.

47/ Los tratamientos más comunmente utilizados y aceptados para afrontar con éxito los Trastornos Depresivos son la medicación antidepresiva (como por ejemplo los antidepresivos tricíclicos, los inhibidores de la monoaminoxidasa o los inhibidores selectivos de la reabsorción de la serotonina) y la psicoterapia (especialmente la orientación cognitivo-conductual), de forma independiente o a través de tratamientos combinados. La elección y la efectividad de uno, otro o de ambos dependerá de las características, severidad y persistencia de los síntomas así como de las características del propio individuo. Al igual que sucede con otras enfermedades, el tratamiento eficaz aplicado en los primeros estadios de la enfermedad incrementa las posibilidades de éxito de forma muy considerable. Así mismo, el tratamiento de la Depresión sólo debería ser llevado a cabo por profesionales (psiquiatras y/o psicólogos) con la debida formación, experiencia y cualificación.

48/ Las investigaciones más recientes en relación al tratamiento del Trastorno Maníaco-Depresivo sugieren la combinación de estrategias de carácter farmacólogico (administración de litio junto a algunas drogas antipsicóticas, anticonvulsivas y ansiolíticas) y estrategias psicosociales (especialmente la terapia de carácter cognitivo-conductual, el enfoque psicoeducativo y la psicoterapia familiar/pareja complementaria) aplicadas durante períodos prolongados de tiempo por el especial carácter recurrente de la enfermedad. Se considera a la combinación estratégica de ambos enfoques como la vía terapéutica más eficaz y con mayores probabilidades de éxito para lograr la recuperación del paciente aquejado por el Trastorno Bipolar.

49/ La Terapia Electroconvulsiva,a pesar de su carácter controvertido, se sigue utilizando en la actualidad para el tratamiento de la Depresión, reservándose para aquellos casos especialmente graves (depresiones muy severas con tendencias suicidas extremas) o cuando los pacientes no responden a otro tipo de estrategias de intervención más habituales, como las farmacológicas o las psicoterapias de diferentes orientaciones teóricas.

50/ El estigma y el desconocimiento asociado a las enfermedades mentales continúa vigente entre la población general e incluso entre los propios profesionales de la salud. Sólo 1/3 de las personas aquejadas de problemas emocionales buscan ayuda especializada.El 29% de los pacientes aquejados de Depresión ‘reconocen’ que transcurrieron más de 10 años hasta que fueron diagnosticados correctamente.El 60% de los individuos fueron diagnosticados de forma errónea antes de recibir un adecuado diagnóstico y tratamiento.





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David Puchol Esparza
Licenciado en Psicología
dpuchol@yahoo.es