sábado, 10 de julio de 2010

ANSIEDAD.

ANSIEDAD.

Como se refleja en Belloch, Sandín y Chorot (1995), junto a la depresión; la ansiedad es uno de los componentes más relevantes de las alteraciones psicofísicas de la clasificación nosológica actual. Presenta indicadores específicos que la diferencian claramente del miedo y de cualquier otra alteración psicopatológica. Sin embargo su sola presencia no indica necesariamente psicopatología alguna. Puede darse como reacción a eventos cotidianos, teniendo un efecto temporal y limitado sobre el funcionamiento biopsicosocial.




1.1.1. DEFINICIÓN.

Todos los pioneros de las principales escuelas de pensamiento en psicología nos ofrecieron su conceptualización de la ansiedad.

Para Sigmund Freud (1917) la ansiedad era un síntoma; señal de peligro procedente de los impulsos reprimidos, era considerada como una reacción del Yo a las demandas inconscientes del Ello que podían emerger sin control. Vista así, la ansiedad es una consecuencia de los conflictos intra psíquicos de carácter generalmente inconsciente.

Wolpe, J. y Skinner, B de la corriente Conductual y Neo-conductual, respectivamente:

Para Wolpe, J. (1981) entiende por ansiedad ''aquella pauta o pautas de respuesta autonómica que constituyen una parte característica de las respuestas de los organismos a los estímulos nocivos” p.51 ''.

Skinner, B. (1979) la define como “miedo a un evento inminente, es más que expectativa...”, “la ansiedad implica respuestas emocionales ante un estímulo aversivo condicionado”.pp. 120,121.

Beck, A. (1985), notable representante del Enfoque Cognitivo, la define como un "estado emocional subjetivamente desagradable caracterizado por sentimientos molestos tales como tensión o nerviosismo, y síntomas fisiológicos como palpitaciones cardíacas, temblor, nauseas y vértigo" p.9.

Por la aportación existencialista May, R. (1968) define “la ansiedad como la aprensión producida por la amenaza a algún valor que el individuo juzga esencial para su existencia como un yo”.

Para la definición de la ansiedad en línea con la presente investigación se puede referir al apartado 1.1.2. Clasificación de la ansiedad. En el cual aparece la definición de la Ansiedad Estado-Rasgo de Spielberger, Ch. y Guerrero, R. De 1975, que a su vez es base del Inventario de Ansiedad Estado-Rasgo IDARE utilizado como instrumento de recolección de datos en este estudio de investigación.




1.1.2. TEORÍAS SOBRE ANSIEDAD.

Todas las tendencias y enfoques que estudian el comportamiento humano han abordado, inevitablemente el fenómeno de la ansiedad.

La tendencia psicodinámica, que la equipara al concepto de angustia, diferencia entre angustia real y angustia neurótica. La primera es "una reacción a la percepción de un peligro exterior, esto es, de un daño esperado y previsto. Esta reacción aparece enlazada al reflejo de fuga y podemos considerarla como una manifestación del instinto de conservación" (Freud, S. 1917, p.2367). La segunda o angustia neurótica "en la que el peligro no desempeña papel ninguno o solo mínimo..." y "puede producirse sin causa ninguna aparente y en una forma incomprensible" (Freud, S. 1917, p.2372).

La etiología de la angustia neurótica se halla en una desviación de la líbido de su aplicación normal, lo cual engendra un estado conflictivo entre las fuerzas impulsivas del "Ello" y las represivas del "Yo". Esta amenaza hacia las defensas del Yo es lo que genera la percepción de peligro proveniente de los instintos que desemboca en síntomas ansiosos (Freud, S. 1917).

Para el Movimiento Existencialista "la ansiedad es la experiencia de la amenaza inminente de no ser" (May, R. 1967, p.73), derivada "...de que el hombre es el animal que valora, el ser que interpreta su vida y su mundo en términos de símbolos y significados, e identifica esto con su existencia como Yo" (May, R. 1968, p110). El génesis de la ansiedad reside en la amenaza a los valores, bien sea a la vida física a la psicológica o a algún otro valor como el patriotismo o el amor. También diferencian la ansiedad del miedo argumentando que "la ansiedad toca el nervio vital de la propia estima... en cambio, el miedo es una amenaza contra la periferia de la existencia... la ansiedad es ontológica; el miedo no" (May, R. 1967, p.74).

Según el Conductismo la ansiedad clasifica simplemente como conducta (Skinner, B. 1974) Conducta que "solamente puede manifestarse cuando un estímulo precede de manera característica a un estímulo aversivo con un intervalo de tiempo suficientemente grande para permitir observar cambios en la conducta" (Skinner, B. 1974, p.207).

También explican que "un estímulo que previamente no sea capaz de evocar respuestas de ansiedad puede adquirir el poder de hacerlo, si resulta que esta actuando sobre el organismo cuando la ansiedad está siendo evocada por otro estímulo. Entonces se convierte en un estímulo condicionado a la ansiedad, y la ansiedad por él evocada puede, en ocasiones posteriores condicionarse a otros estímulos" (Wolpe, J. 1981, pp. 51,52)

Los teóricos conductistas no diferencian entre miedo y ansiedad ya que ambos se manifiestan fisiológicamente de la misma forma. y se muestran de acuerdo al afirmar que la ansiedad perturba el funcionamiento y no parece servir a ningún fin práctico (Skinner, B. 1974; Wolpe, J. 1981).

El enfoque Cognitivo distingue la ansiedad del miedo afirmando que la ansiedad es un proceso emocional y el miedo es un proceso cognitivo. El miedo involucra una apreciación intelectual de un estímulo amenazante; y la ansiedad involucra una respuesta emocional a esa apreciación" (Beck, A. 1985, p.9).

Beck (1985, p.5) afirma que "El elemento crucial en los estados de ansiedad, es un proceso que puede tomar la forma de un pensamiento automático o imagen que aparece rápidamente, como un reflejo, después de un estímulo inicial (por ejemplo: respiración entrecortada), aparentemente creíble y seguida por una ola de ansiedad”.

Los individuos que experimentan ansiedad tienden a sobreestimar el grado de peligro futuro y la probabilidad de daño. “Desde luego, un pensamiento o imagen específica no es siempre identificable. En tal caso es posible sin embargo, inferir que un esquema cognitivo con un significado relevante al peligro ha sido activado" (Beck, A. 1985, p.6).




1.1.3. CLASIFICACIÓN.

En concordancia con los objetivos de la investigación y el instrumento de medición, se utilizó la siguiente división de la ansiedad, propuesta por Spielberger, Ch. y Guerrero, R. en la construcción del Inventario de Ansiedad Rasgo-Estado, IDARE, (1975).



1.1.3.1. ANSIEDAD RASGO-ESTADO.

En parte de la literatura sobre ansiedad (Sandín, B y Chorot, P. 1995; Spielberger, Ch. y Guerrero, R. 1975), hay acuerdo en que la misma puede presentarse como una reacción temporal o como una condición más o menos estable en forma de predisposición.

''La Ansiedad-Estado es conceptualizada como una condición o estado emocional transitorio del organismo humano, que se caracteriza por sentimientos de tensión y aprensión subjetivos conscientemente percibidos, y por un aumento de la actividad del sistema nervioso autónomo. Los estados de ansiedad pueden variar en intensidad y fluctuar a través del tiempo'' (Spielberger, Ch. y Guerrero, R. 1975, p.01).

''La Ansiedad-Rasgo se refiere a las diferencias individuales, relativamente estables, en la propensión a la ansiedad, es decir, alas diferencias entre las personas en la tendencia a responder a situaciones percibidas como amenazantes con elevaciones en la intensidad de la Ansiedad-Estado'' (Spielberger, Ch. y Guerrero, R. 1975, p.01).




1.1.4. DIMENSIONES DE LA ANSIEDAD.

La ansiedad no es un fenómeno unitario (Sandín y Chorot, 1995, p.56). se manifiesta de manera similar a otras emociones, conjugando tres sistemas de respuesta o dimensiones.



1.1.4.1. SUBJETIVO-COGNITIVA: es el componente que tiene que ver con la propia experiencia interna, e incluye un espectro de variables relacionadas con la percepción y evaluación subjetiva de los estímulos y estados asociados con la ansiedad. A esta dimensión pertenecen las experiencias de miedo, pánico, alarma, inquietud, aprensión, obsesiones, y pensamientos intrusivos de tipo catastrófico (Sandín, B. y Chorot, P. 1995). Se le concede a esta dimensión la función de percibir y evaluar los estímulos y/o las manifestaciones ansiosas para su valoración y consecuente búsqueda de respuesta. Es decir que la apreciación subjetiva de las otras dimensiones es lo que permite que determinada persona pueda saber que hay una alteración ansiosa.

1.1.4.2. FISIOLÓGICO-SOMÁTICA: la ansiedad se acompaña invariablemente de cambios y activación fisiológica de tipo externo (sudoración, dilatación pupilar, temblor, tensión muscular, palidez facial, entre otros), interno (aceleración del ritmo cardíaco y respiratorio, descenso de la salivación, entre otros), e involuntarios o parcialmente voluntarios (palpitaciones, temblor, vómitos, desmayos, entre otros).

Estas alteraciones se perciben subjetivamente de forma desagradable y ayudan a conformar el estado subjetivo de ansiedad (Sandín, B. y Chorot, P. 1995).

1.1.4.3. MOTOR-CONDUCTUAL: Trata de los cambios observables de conducta que incluyen la expresión facial, movimientos y posturas corporales, aunque principalmente se refiere a las respuestas de evitación y escape de la situación generadora de ansiedad (Sandín, B. y Chorot, P. 1995).




1.1.5. FUNCIÓN ADAPTATIVA DE LA ANSIEDAD.

Como lo afirman diversos autores (Beck, A. 1985; McConnell, J. 1988; Sandín, B. y Chorot, P. 1995; Papalia y Olds, 1992), la ansiedad es antes que todo una respuesta adaptativa que tiene como fin la preparación del organismo para satisfacer las demandas que le hace el medio.

Funciona como una señal de alarma ante la presencia de estímulos potencialmente nocivos para la homeostasis del individuo, el cual hace una evaluación subjetiva de la situación estímulo y actúa de acuerdo a los recursos que considere tener. Sin esta activación de alarma no sería posible asumir, de manera exitosa, los cambios de conducta necesarios para enfrentar la situación estímulo y recuperar el equilibrio. “Su función puede ser equiparada con la del miedo. La experiencia de miedo impele a la persona a hacer algo para terminar o reducir el miedo” (Beck, A. 1985, p.15).

De lo anterior se desprende la afirmación de que la ansiedad es, en inicio, una conducta adaptativa que beneficia; y que se torna desadaptativa por la intensidad y duración de los síntomas, así como por la incapacidad de responder debido a que el sujeto considera no poseer los elementos apropiados para cumplir satisfactoriamente con los requisitos de la demanda.

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