NIÑAS Y ADOLESCENTES CON HISTORIA DE ABUSO SEXUAL INFANTIL
por Castañeda Chang, Ana María **, Castamán Diaz, Desirée *, Pimentel Ruiz, Roxana *
Katholieke Universiteit Leuven
Faculty of Psychology and Educational Sciences
Center for research on psychotherapy and psychodynamic psychology
RESUMEN
Se realiza un estudio descriptivo en base a 30 casos de niñas-adolescentes con historia de abuso sexual, atendidas en el Servicio de Psicología-Ginecología del Instituto Especializado de Salud del Niño, en el periodo de Enero a Octubre del 2003. Se realiza un estudio en base a frecuencia y porcentaje. Encontramos que el 33.2% de las niñas que son llevadas por sus familiares en busca de ayuda psicológica cuentan con edades comprendidas entre los 3-8 años, el 46.2% son adolescentes tempranas es decir se encuentran entre los 10 y 13 años de edad, y el 19.9% son adolescentes medias de 14 a 17 años de edad.
El 53.7% tenía en su historia un suceso de abuso sexual cometido por una persona de sexo varón que pertenecía a su familia (tío, primo, hermano, abuelo, padre, padrastro) siendo los de mayor frecuencia en esta categoría los cometidos por el primo y el tío (16.7%). El 23.4% tiene en su historia personal un suceso de abuso sexual por parte de personas de sexo varón cercanas al entorno familiar es decir amigos o vecinos. Un 10% de niñas contaba en su historia un suceso de abuso sexual cometido por personas pertenecientes al entorno escolar, 6.7% (2 niñas) por parte de una persona de sexo masculino y un 3-3% (1 niña) por parte de una persona de sexo mujer (auxiliar de nido).
El nivel intelectual de la niña no es un factor a considerar como riesgo debido a que encontramos que en 90% las niñas-adolescentes tenían un nivel intelectual promedio o superior.
Se concluye que es necesario mejorar los programas de prevención haciendo más participes a los padres, en cuanto el cuidado del menor, independientemente de las campañas de autocuidado infantil
ABUSO SEXUAL INFANTIL
Galdós (1999) señala que es toda acción sexual que una persona adulta, hombre o mujer, impone, sea con engaños, chantajes o fuerza a un niño que no tiene la madurez para saber de lo que se trata, agrega que el abuso sexual incestuoso es cualquier interacción sexual entre un niño o niña y un adulto con el que se tiene una relación familiar”.
Guerrero (1998) afirma al respecto que se llama así a las conductas sexuales impuestas a los niños y niñas, por una persona adulta o mayor que busca sentir placer a costa de ellos/as.
Perrone y Nannini (1997) denominan al abuso sexual como una relación de “hechizo” la misma que incluye situaciones en las que un individuo ejerce una influencia exagerada y abusiva sobre otro, sin que éste sea conciente de ello.
CARACTERÍSTICAS
a. El abuso sexual siempre constituye una forma de violencia física o mental, por la cual el adulto se aprovecha tanto de la confianza del niño como de su superioridad, teniendo como consecuencia que el niño/a no comprenda la gravedad del hecho debido a su inmadurez psicosexual, por lo cual no está en disposición de dar consentimiento o negarse libremente.
b. El abuso sexual no se limita necesariamente a la relación entre hombre y niña, sino que puede extenderse hacia los niños, aunque el primero es el más frecuente.
c. En la mayor parte de los casos, el autor proviene del entorno social del menor y no es un extraño.
d. El abuso sexual generalmente no se produce de manera aislada sino que se prolonga durante años.
e. Los niños perciben de manera instintiva dónde empieza la explotación de su cuerpo.
f. El abuso sexual se produce cuando el adulto se sirve de su autoridad para aprovecharse de la relación de dependencia del niño.
FASES.
Según afirma Galdós (1999) es posible detectar 3 fases principales en el desarrollo del abuso sexual infantil, a saber:
a. Fase de Inicio o “enganche”: Cuando el abusador logra establecer con su víctima un nivel de acercamiento y se asegura que éste no contará a nadie el contacto establecido. En esta fase el niño, dependiendo de la edad que tenga, se encuentra confundido y por lo general no entiende lo que ocurre.
b. Fase de Continuidad: Una vez asegurado el silencio e la víctima, el abusador buscará sinnúmero de ocasiones para estar juntos, aumentando el abuso sexual, pudiendo llegar hasta la penetración. En esta fase dependiendo de la edad del niño es posible que trate de evitar la presencia del abusador, lo cual puede tomarse como un indicador del abuso.
c. Evidencia o Confirmación: Se produce de manera abrupta, y es cuando el abusador es sorprendido o porque la víctima cuenta lo que ha ocurrido. Es la fase de mayor tensión en la familia de la víctima, generalmente reaccionan de manera violenta contra el abusador, pero también es muy frecuente que interroguen de manera incisiva al niño/a, situación que lo/a confunde más acentuándose los sentimientos de culpa.
TIPOS
Es necesario señalar algunas submodalidades del abuso infantil con la finalidad de discriminarlas del abuso sexual en general. Según Saller (1987; cit. por Besten, 1997) es posible discriminar manifestaciones claras y equívocas:
· Relaciones sexuales genitales - orales (cunilinguismo, felación).
· Penetración en el ano del niño con el dedo(s), pene u objetos extraños.
· Penetración en la vagina de la niña con dedo(s), pene u objetos extraños.
Abusos considerados “de menor gravedad” por algunos adultos, pero que asimismo, constituyen una “utilización” del cuerpo infantil para satisfacción de los adultos:
· Tocamiento o manipulación de los genitales del niño.
· Obligar al niño a tocar los genitales del adulto o manipularlos, a menudo bajo la apariencia de “juego”.
· Masturbación en presencia del niño.
· Obligar al niño a masturbarse en presencia del adulto.
· Frotamiento del pene contra el cuerpo del niño.
· Mostrar ilustraciones pornográficas al niño.
· Hacer fotografías pornográficas o películas del/con el niño.
Por último, los siguientes comportamientos se consideran abusos sexuales incipientes:
· El adulto se muestra desnudo delante del niño.
· El adulto le muestra sus genitales al niño.
· El adulto quiere “dar el visto bueno” al cuerpo del niño.
· El adulto observa al niño al desvestirse, bañarse, lavarse, en el aseo; en algunos casos puede ofrecerle su ayuda para ello.
· El adulto besa al niño de forma muy íntima (“beso con lengua”).
INDICADORES
Es posible descubrir que un niño ha sido abusado sexualmente, en especial si es menor de 7 años, cuando su comportamiento no corresponde a su edad ni a las costumbres de la casa, sea porque muestran curiosidad en extremo o porque hacen preguntas o comentarios sobre sexo (no esperables a su edad).
· A nivel Físico: Embarazo, enfermedades de transmisión sexual, irritaciones o malestar en los genitales, aseo constante de los genitales o se niega a hacerlo; dolor al orinar, infecciones genitales frecuentes.
· A nivel Psicológico: Se detecta depresión, pérdida del apetito, disminución del rendimiento escolar, rabia u hostilidad o comportamiento sexual inadecuado a la edad.
· A nivel Comportamental: Puede huir de la casa, presentar conductas regresivas, es decir, comportarse en un nivel de desarrollo anterior al actual.
Cuando se trata de víctimas adolescentes es posible detectar:
· Miedo a estar sola.
· Incapacidad de sostener la mirada.
· Frecuentes peleas y disgustos con miembros de la familia.
· Problemas de memoria.
· Cambios frecuentes y drásticos de humor.
· Preocupación por temas sexuales o actividades sexuales.
· Gestos e intentos de suicidio.
· Desconfianza.
· Abuso de alcohol o drogas
por Castañeda Chang, Ana María **, Castamán Diaz, Desirée *, Pimentel Ruiz, Roxana *
Katholieke Universiteit Leuven
Faculty of Psychology and Educational Sciences
Center for research on psychotherapy and psychodynamic psychology
RESUMEN
Se realiza un estudio descriptivo en base a 30 casos de niñas-adolescentes con historia de abuso sexual, atendidas en el Servicio de Psicología-Ginecología del Instituto Especializado de Salud del Niño, en el periodo de Enero a Octubre del 2003. Se realiza un estudio en base a frecuencia y porcentaje. Encontramos que el 33.2% de las niñas que son llevadas por sus familiares en busca de ayuda psicológica cuentan con edades comprendidas entre los 3-8 años, el 46.2% son adolescentes tempranas es decir se encuentran entre los 10 y 13 años de edad, y el 19.9% son adolescentes medias de 14 a 17 años de edad.
El 53.7% tenía en su historia un suceso de abuso sexual cometido por una persona de sexo varón que pertenecía a su familia (tío, primo, hermano, abuelo, padre, padrastro) siendo los de mayor frecuencia en esta categoría los cometidos por el primo y el tío (16.7%). El 23.4% tiene en su historia personal un suceso de abuso sexual por parte de personas de sexo varón cercanas al entorno familiar es decir amigos o vecinos. Un 10% de niñas contaba en su historia un suceso de abuso sexual cometido por personas pertenecientes al entorno escolar, 6.7% (2 niñas) por parte de una persona de sexo masculino y un 3-3% (1 niña) por parte de una persona de sexo mujer (auxiliar de nido).
El nivel intelectual de la niña no es un factor a considerar como riesgo debido a que encontramos que en 90% las niñas-adolescentes tenían un nivel intelectual promedio o superior.
Se concluye que es necesario mejorar los programas de prevención haciendo más participes a los padres, en cuanto el cuidado del menor, independientemente de las campañas de autocuidado infantil
ABUSO SEXUAL INFANTIL
Galdós (1999) señala que es toda acción sexual que una persona adulta, hombre o mujer, impone, sea con engaños, chantajes o fuerza a un niño que no tiene la madurez para saber de lo que se trata, agrega que el abuso sexual incestuoso es cualquier interacción sexual entre un niño o niña y un adulto con el que se tiene una relación familiar”.
Guerrero (1998) afirma al respecto que se llama así a las conductas sexuales impuestas a los niños y niñas, por una persona adulta o mayor que busca sentir placer a costa de ellos/as.
Perrone y Nannini (1997) denominan al abuso sexual como una relación de “hechizo” la misma que incluye situaciones en las que un individuo ejerce una influencia exagerada y abusiva sobre otro, sin que éste sea conciente de ello.
CARACTERÍSTICAS
a. El abuso sexual siempre constituye una forma de violencia física o mental, por la cual el adulto se aprovecha tanto de la confianza del niño como de su superioridad, teniendo como consecuencia que el niño/a no comprenda la gravedad del hecho debido a su inmadurez psicosexual, por lo cual no está en disposición de dar consentimiento o negarse libremente.
b. El abuso sexual no se limita necesariamente a la relación entre hombre y niña, sino que puede extenderse hacia los niños, aunque el primero es el más frecuente.
c. En la mayor parte de los casos, el autor proviene del entorno social del menor y no es un extraño.
d. El abuso sexual generalmente no se produce de manera aislada sino que se prolonga durante años.
e. Los niños perciben de manera instintiva dónde empieza la explotación de su cuerpo.
f. El abuso sexual se produce cuando el adulto se sirve de su autoridad para aprovecharse de la relación de dependencia del niño.
FASES.
Según afirma Galdós (1999) es posible detectar 3 fases principales en el desarrollo del abuso sexual infantil, a saber:
a. Fase de Inicio o “enganche”: Cuando el abusador logra establecer con su víctima un nivel de acercamiento y se asegura que éste no contará a nadie el contacto establecido. En esta fase el niño, dependiendo de la edad que tenga, se encuentra confundido y por lo general no entiende lo que ocurre.
b. Fase de Continuidad: Una vez asegurado el silencio e la víctima, el abusador buscará sinnúmero de ocasiones para estar juntos, aumentando el abuso sexual, pudiendo llegar hasta la penetración. En esta fase dependiendo de la edad del niño es posible que trate de evitar la presencia del abusador, lo cual puede tomarse como un indicador del abuso.
c. Evidencia o Confirmación: Se produce de manera abrupta, y es cuando el abusador es sorprendido o porque la víctima cuenta lo que ha ocurrido. Es la fase de mayor tensión en la familia de la víctima, generalmente reaccionan de manera violenta contra el abusador, pero también es muy frecuente que interroguen de manera incisiva al niño/a, situación que lo/a confunde más acentuándose los sentimientos de culpa.
TIPOS
Es necesario señalar algunas submodalidades del abuso infantil con la finalidad de discriminarlas del abuso sexual en general. Según Saller (1987; cit. por Besten, 1997) es posible discriminar manifestaciones claras y equívocas:
· Relaciones sexuales genitales - orales (cunilinguismo, felación).
· Penetración en el ano del niño con el dedo(s), pene u objetos extraños.
· Penetración en la vagina de la niña con dedo(s), pene u objetos extraños.
Abusos considerados “de menor gravedad” por algunos adultos, pero que asimismo, constituyen una “utilización” del cuerpo infantil para satisfacción de los adultos:
· Tocamiento o manipulación de los genitales del niño.
· Obligar al niño a tocar los genitales del adulto o manipularlos, a menudo bajo la apariencia de “juego”.
· Masturbación en presencia del niño.
· Obligar al niño a masturbarse en presencia del adulto.
· Frotamiento del pene contra el cuerpo del niño.
· Mostrar ilustraciones pornográficas al niño.
· Hacer fotografías pornográficas o películas del/con el niño.
Por último, los siguientes comportamientos se consideran abusos sexuales incipientes:
· El adulto se muestra desnudo delante del niño.
· El adulto le muestra sus genitales al niño.
· El adulto quiere “dar el visto bueno” al cuerpo del niño.
· El adulto observa al niño al desvestirse, bañarse, lavarse, en el aseo; en algunos casos puede ofrecerle su ayuda para ello.
· El adulto besa al niño de forma muy íntima (“beso con lengua”).
INDICADORES
Es posible descubrir que un niño ha sido abusado sexualmente, en especial si es menor de 7 años, cuando su comportamiento no corresponde a su edad ni a las costumbres de la casa, sea porque muestran curiosidad en extremo o porque hacen preguntas o comentarios sobre sexo (no esperables a su edad).
· A nivel Físico: Embarazo, enfermedades de transmisión sexual, irritaciones o malestar en los genitales, aseo constante de los genitales o se niega a hacerlo; dolor al orinar, infecciones genitales frecuentes.
· A nivel Psicológico: Se detecta depresión, pérdida del apetito, disminución del rendimiento escolar, rabia u hostilidad o comportamiento sexual inadecuado a la edad.
· A nivel Comportamental: Puede huir de la casa, presentar conductas regresivas, es decir, comportarse en un nivel de desarrollo anterior al actual.
Cuando se trata de víctimas adolescentes es posible detectar:
· Miedo a estar sola.
· Incapacidad de sostener la mirada.
· Frecuentes peleas y disgustos con miembros de la familia.
· Problemas de memoria.
· Cambios frecuentes y drásticos de humor.
· Preocupación por temas sexuales o actividades sexuales.
· Gestos e intentos de suicidio.
· Desconfianza.
· Abuso de alcohol o drogas
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