Descripción
El autismo es un trastorno del desarrollo que persiste a lo largo de toda la vida, Este síndrome se hace evidente durante los primeros 30 meses de vida y da lugar a diferentes grados de alteración del lenguaje y la comunicación, de las competencias sociales y de la imaginación. Se caracteriza por una falta de respuesta al contacto con otros seres humanos. En general, los autistas adoptan comportamientos compulsivos, repiten acciones en forma mecánica y manifiestan rechazo por el contacto físico. Con frecuencia, estos síntomas se acompañan de comportamientos anormales, tales como actividades e intereses de carácter repetitivo y estereotipado, de movimientos de balanceo, y de obsesiones insólitas hacia ciertos objetos o acontecimientos. El autismo afecta, aproximadamente, a 1 de cada 1.000 niños y es mucho más frecuente en el sexo masculino que en el femenimo, en una proporción de 3 a 1. El nivel de inteligencia y la gama de capacidades de las personas con autismo son muy variables aunque la inmensa mayoría presentan una deficiencia mental asociada. En algunos casos, sin embargo, pueden ser normales en ciertos aspectos o incluso estar por encima de la media. Por otro lado, algunas personas pueden ser agresivas hacia sí mismas o hacia los demás. Hay muy pocas personas con autismo que tengan capacidades suficientes para vivir con un grado importante de autonomía, y la mayoría requieren una gran ayuda durante toda la vida.
Causas
No se conoce, aunque se presume, que inciden en su desarrollo factores psicológicos, fisiológicos y sociológicos.
Síntomas
Dificultades en el lenguaje, que se manifiestan en un aprendizaje más lento de lo que corresponde a la edad o en la repetición o inversión de palabras. Además, los niños que padecen autismo muestran falta de respuesta a la gente en general e indiferencia y ausencia de apego hacia sus padres y personas cercanas. Sus músculos se sienten fláccidos. En ocasiones, los autistas manifiestan extraños y recurrentes patrones de comportamiento que pueden ser autodestructivos: golpear la cabeza, gritar o flamear los brazos. Debido al gran apego que manifiestan por los objetos que les son familiares, los mínimos cambios a su alrededor son vividos como situaciones estresantes.
Diagnostico
La prueba de Desarrollo de Denver (DDST) muestra un desarrollo retrasado en las áreas del lenguaje y sociales. Determinar el coeficiente de inteligencia puede revelar valores bajos que pueden deberse a la falta de cooperación de parte del niño más que a una capacidad mental disminuida. De todos modos, se estima que un 70 % de los niños autistas sufren algún grado de retraso mental. Las técnicas de diagnóstico por imágenes (como la tomografía computada o la resonancia magnética) revelan ciertas alteraciones en la estructura cerebral.
El autismo es un trastorno del desarrollo que persiste a lo largo de toda la vida, Este síndrome se hace evidente durante los primeros 30 meses de vida y da lugar a diferentes grados de alteración del lenguaje y la comunicación, de las competencias sociales y de la imaginación. Se caracteriza por una falta de respuesta al contacto con otros seres humanos. En general, los autistas adoptan comportamientos compulsivos, repiten acciones en forma mecánica y manifiestan rechazo por el contacto físico. Con frecuencia, estos síntomas se acompañan de comportamientos anormales, tales como actividades e intereses de carácter repetitivo y estereotipado, de movimientos de balanceo, y de obsesiones insólitas hacia ciertos objetos o acontecimientos. El autismo afecta, aproximadamente, a 1 de cada 1.000 niños y es mucho más frecuente en el sexo masculino que en el femenimo, en una proporción de 3 a 1. El nivel de inteligencia y la gama de capacidades de las personas con autismo son muy variables aunque la inmensa mayoría presentan una deficiencia mental asociada. En algunos casos, sin embargo, pueden ser normales en ciertos aspectos o incluso estar por encima de la media. Por otro lado, algunas personas pueden ser agresivas hacia sí mismas o hacia los demás. Hay muy pocas personas con autismo que tengan capacidades suficientes para vivir con un grado importante de autonomía, y la mayoría requieren una gran ayuda durante toda la vida.
Causas
No se conoce, aunque se presume, que inciden en su desarrollo factores psicológicos, fisiológicos y sociológicos.
Síntomas
Dificultades en el lenguaje, que se manifiestan en un aprendizaje más lento de lo que corresponde a la edad o en la repetición o inversión de palabras. Además, los niños que padecen autismo muestran falta de respuesta a la gente en general e indiferencia y ausencia de apego hacia sus padres y personas cercanas. Sus músculos se sienten fláccidos. En ocasiones, los autistas manifiestan extraños y recurrentes patrones de comportamiento que pueden ser autodestructivos: golpear la cabeza, gritar o flamear los brazos. Debido al gran apego que manifiestan por los objetos que les son familiares, los mínimos cambios a su alrededor son vividos como situaciones estresantes.
Diagnostico
La prueba de Desarrollo de Denver (DDST) muestra un desarrollo retrasado en las áreas del lenguaje y sociales. Determinar el coeficiente de inteligencia puede revelar valores bajos que pueden deberse a la falta de cooperación de parte del niño más que a una capacidad mental disminuida. De todos modos, se estima que un 70 % de los niños autistas sufren algún grado de retraso mental. Las técnicas de diagnóstico por imágenes (como la tomografía computada o la resonancia magnética) revelan ciertas alteraciones en la estructura cerebral.
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