Veamos:
- Sientes deseos de estar con él/ella y ansías intimidad emocional y sexual.
- Te preocupas por él/ella, por su bienestar y le sobre valoras.
- Él/ella es especial, esencial para tu propia felicidad.
- Sientes que puedes confiar en él/ella prácticamente para todo.
- ¿Te sentirías desdichado/a si no volvieras a estar con él/ella?
Si respondes "SÍ" a estas preguntas, indudablemente estás enamorado/a.
Nos basamos en que aquellos que se quieren sienten que tienen cosas en común, se evalúan positivamente el uno al otro y aprecian la compañía del otro. Pero amar de verdad requiere sentimientos de demanda profunda, un fuerte apego e intimidad.
El amor produce un grado de interdependencia emocional, una cualidad de exclusividad y preocupación.
Si simplemente quieres a alguien, esa persona no domina tus pensamientos y sueños, ni te preocupa que alguien más pueda quererla. El amor con frecuencia conlleva posesividad y la posibilidad de experimentar celos y dolor, aunque también éxtasis.
¿Es suficiente para elegir pareja? Utilicemos la ciencia.
¿Qué tipo de amor es el tuyo? : El modelo de amor de Sternberg
La atracción entre personas, explica Sternberg (1986), no es un asunto sencillo, hay por lo menos ocho variables: sin amor, amor romántico, cariño, amor loco, encaprichamiento, compañía, amor vacío y amor consumado. Lo que distingue estos estados es la combinación de cada uno de los siguientes componentes:
- Intimidad (afecto, revelaciones mutuas).
Se refiere a emociones que acercan a la gente, emociones como el respeto, afecto y apoyo. Los sentimientos de intimidad son lo que llevan a la gente a querer compartir cosas, a revelar cosas personales y privadas.
- Pasión (atracción física).
Es un deseo fuerte de estar con la otra persona. La pasión es sexual muchas veces, pero no siempre. Sternberg afirma que la pasión es un sentimiento que crece rápidamente, pero que luego cede poco a poco.
- y Compromiso (decisión consciente de amar, compartir, estar juntos).
El compromiso implica tomar una decisión que puede ser a corto o largo plazo. En el corto plazo, el compromiso exige decidir que uno está enamorado. El compromiso a largo plazo implica decidir cultivar y mantener la relación amorosa. En la práctica, esto suele comprender la decisión de compartir planes de vida y a veces formar una familia.
Hay un patrón en el desarrollo de muchas relaciones. Muchas parejas podrían comenzar una relación sin amor (sin pasión, compromiso ni intimidad), y con el tiempo, a medida que crece la cercanía, puede dar lugar a un encaprichamiento, que tiene pasión, pero no compromiso ni intimidad, o quizás a un amor romántico, que añade intimidad, pero que aún no incluye el compromiso. Y finalmente, al incluirlo puede evolucionar al amor consumado.
Pero ni siquiera el amor consumado es estático e inmutable, ya que al principio de una relación hay mucha pasión, que con el paso del tiempo disminuye. Sin embargo, el compromiso y la intimidad pueden aumentar, y aunque éstas suelen considerarse más importantes en una relación, el rompimiento de una pareja resulta con más frecuencia vinculado al amor romántico erótico, es decir, amor romántico y atracción sexual, lo que prueba su importancia en una relación prolongada.
Cómo actuar
En primer lugar, no engañándonos, siendo sinceros con nosotros mismos.
En el amor no se puede forzar: comienza con la atracción entre personas, que requiere atracción física, similitud y cercanía o vecindad. Si estamos encaprichados de alguien, y ese alguien por nosotros, la tendencia natural es sentir afecto por él/ella y querer compartir cosas, pero para ello es necesario tener el mismo nivel de entendimiento, intereses, ser más parecidos que diferentes en muchos aspectos importantes, lo cual, a veces se da y a veces no.
- Sientes deseos de estar con él/ella y ansías intimidad emocional y sexual.
- Te preocupas por él/ella, por su bienestar y le sobre valoras.
- Él/ella es especial, esencial para tu propia felicidad.
- Sientes que puedes confiar en él/ella prácticamente para todo.
- ¿Te sentirías desdichado/a si no volvieras a estar con él/ella?
Si respondes "SÍ" a estas preguntas, indudablemente estás enamorado/a.
Nos basamos en que aquellos que se quieren sienten que tienen cosas en común, se evalúan positivamente el uno al otro y aprecian la compañía del otro. Pero amar de verdad requiere sentimientos de demanda profunda, un fuerte apego e intimidad.
El amor produce un grado de interdependencia emocional, una cualidad de exclusividad y preocupación.
Si simplemente quieres a alguien, esa persona no domina tus pensamientos y sueños, ni te preocupa que alguien más pueda quererla. El amor con frecuencia conlleva posesividad y la posibilidad de experimentar celos y dolor, aunque también éxtasis.
¿Es suficiente para elegir pareja? Utilicemos la ciencia.
¿Qué tipo de amor es el tuyo? : El modelo de amor de Sternberg
La atracción entre personas, explica Sternberg (1986), no es un asunto sencillo, hay por lo menos ocho variables: sin amor, amor romántico, cariño, amor loco, encaprichamiento, compañía, amor vacío y amor consumado. Lo que distingue estos estados es la combinación de cada uno de los siguientes componentes:
- Intimidad (afecto, revelaciones mutuas).
Se refiere a emociones que acercan a la gente, emociones como el respeto, afecto y apoyo. Los sentimientos de intimidad son lo que llevan a la gente a querer compartir cosas, a revelar cosas personales y privadas.
- Pasión (atracción física).
Es un deseo fuerte de estar con la otra persona. La pasión es sexual muchas veces, pero no siempre. Sternberg afirma que la pasión es un sentimiento que crece rápidamente, pero que luego cede poco a poco.
- y Compromiso (decisión consciente de amar, compartir, estar juntos).
El compromiso implica tomar una decisión que puede ser a corto o largo plazo. En el corto plazo, el compromiso exige decidir que uno está enamorado. El compromiso a largo plazo implica decidir cultivar y mantener la relación amorosa. En la práctica, esto suele comprender la decisión de compartir planes de vida y a veces formar una familia.
Hay un patrón en el desarrollo de muchas relaciones. Muchas parejas podrían comenzar una relación sin amor (sin pasión, compromiso ni intimidad), y con el tiempo, a medida que crece la cercanía, puede dar lugar a un encaprichamiento, que tiene pasión, pero no compromiso ni intimidad, o quizás a un amor romántico, que añade intimidad, pero que aún no incluye el compromiso. Y finalmente, al incluirlo puede evolucionar al amor consumado.
Pero ni siquiera el amor consumado es estático e inmutable, ya que al principio de una relación hay mucha pasión, que con el paso del tiempo disminuye. Sin embargo, el compromiso y la intimidad pueden aumentar, y aunque éstas suelen considerarse más importantes en una relación, el rompimiento de una pareja resulta con más frecuencia vinculado al amor romántico erótico, es decir, amor romántico y atracción sexual, lo que prueba su importancia en una relación prolongada.
Cómo actuar
En primer lugar, no engañándonos, siendo sinceros con nosotros mismos.
En el amor no se puede forzar: comienza con la atracción entre personas, que requiere atracción física, similitud y cercanía o vecindad. Si estamos encaprichados de alguien, y ese alguien por nosotros, la tendencia natural es sentir afecto por él/ella y querer compartir cosas, pero para ello es necesario tener el mismo nivel de entendimiento, intereses, ser más parecidos que diferentes en muchos aspectos importantes, lo cual, a veces se da y a veces no.
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