domingo, 24 de mayo de 2009

INSOMNIO - en niños y bebes

INSOMNIO

Para hablar del insomnio debemos definir las características del sueño, ya que el insomnio perturba una fase natural y reparadora como es la del dormir. Averiguaremos cuales son las posibles causas que impiden el dormir. Dentro del sueño distinguimos dos fases: el sueño lento y el sueño paradojal (fase en la cual se sueña). El sueño y la vigilia dependen de dos sistemas antagónicos, que se encuentran en actividad e intercalándose uno con el otro. El niño que sufre de insomnio se debe a una hiperactivación del sistema de despertar, que puede ser como consecuencia de tensiones familiares, o en su relación con el medio.

Aclaramos también que hay diferentes tipos de insomnio según sean las edades del niño: en los seis primeros meses hasta el primer año y luego en la adolescencia.

Cabría aclarar que estamos dando algunas características que se podrían encontrar en cada período mencionado, pero siempre se tendrá en cuenta que cada bebé es único e irrepetible y por ello puede tener más o menos características de las que aquí hacemos mención.

En el insomnio de los primeros seis meses, coincide con el de la primera sonrisa, y esel del primer contacto con el mundo externo , empieza a conocer las cosas que lo rodean, y aquí el se encuentra en un período donde está nervioso, lo que podría provocar molestias en los miembros de la familia.

El sueño del bebé es ligero, frágil, y generalmente se interrumpe ante cualquier tipo de cambio que se produzca en su rutina diaria, ( excitación durante el día, irregularidades, fallas en cuanto a sus necesidades de alimentación, como ser supresión de la leche durante la noche, o al revés darle demasiado alimento cuando no lo necesita,).

También encontramos nuevamente fallas en la relación con la madre, puede que ella esté atravezando períodos de tensión, angustia, impaciencia e inclusive que no pueda tolerar su propia ansiedad, lo que se reflejará indefectiblemente en el niño a través de una manifestación corporal. Kreisler sostiene que en éste tipo de insomnio encontramos a una madre que tiene respuestas marcadas por la inadecuación, la contradicción y la sobrecarga.

En el segundo año, se podría dar el insomnio producido por la excitación que el niño carga durante el día, ya que se le presenta un mundo nuevo por conocer y además posee las herramientas necesarias para explorar e investigarlo. Habitualmente el niño recurre a actividades autoeróticas para dormirse, como también a objetos transicionales y actitudes que repiten hasta dormirse. Estos son hábitos muy comunes en los niños que no deben preocupar a sus padres, ya que de lo contrario el niño se excitaría e irritaría aún más, dificultando su entrada en el sueño. Además hay que tener en cuenta que, estar muy pendiente de todas las actividades del niño estimulará su dependencia hacia los padres, retrasando su autonomía a conquistar.

Algo muy diferente es el ataque de angustia nocturna, Sperling lo asocia a una patología diurna como una fobia, inhibición o problemas de personalidad; según Freud, representa un fracaso del sistema de protección del sueño, ya que el soñar sería el guardián del dormir cumpliendo la función de elaborar las descargas pulsionales no tramitadas durante la vida de vigilia; en cambio los ataques nocturnos serían una descarga brutal, no metabolizada al contrario de lo que se produce en el soñar.

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