INTRODUCCIÓN
Existen distintas teorías que explican desde distintos enfoques las causas de las enfermedades psicosomáticas. Los psicoanalistas, como Joyce Mc Dougall, postulan que las personas que desarrollan dichas enfermedades tienen una tendencia a ignorar las señales de su cuerpo, o en el caso de ser registradas, las consideran desprovistas de importancia. Son individuos sobreadaptados, que ante momentos difíciles o traumatizantes parecen inquebrantables. Muchos de ellos presentan alexitimia, es decir, dificultad para registrar y expresar sus emociones; y a veces parecen algo desafectivos en sus relaciones con los demás. Michael Fain explica que los pacientes psicosomáticos tuvieron madres sobreprotectoras que hicieron lo posible para evitarles el dolor y, de esta manera interrumpieron el desarrollo normal de la unidad psicosomática. Estos niños tardarán más tiempo o presentarán problemas para registrar las sensaciones de su cuerpo.
Otra teoría es la de la "Especificidad de Respuesta" que se basa en la concepción de la debilidad genética de un órgano. Es decir, la persona tendría una parte de su cuerpo predispuesta para enfermar, independientemente del factor estresante. El tipo de enfermedad que puede surgir está determinado por el "eslabón más débil" dentro de su sistema funcional orgánico. Ante las mismas condiciones estresantes, un individuo más vulnerable (por constitución personal) es más probable que desarrolle un trastorno que otro individuo con menor predisposición.
En la actualidad las teorías tienden a ser explicaciones multifactoriales en vez de estar centradas en único aspecto. Algunas sugieren la existencia de un estilo emocional negativo, definido por el predominio de un complejo de variables emocionales como la ansiedad, la depresión, la ira-hostilidad, que podría estar implicado en el desarrollo de múltiples trastornos físicos. Este tipo de evidencia sugiere la posibilidad de que exista un tipo general de persona predispuesta a la enfermedad caracterizado por la preponderancia de un estado emocional.
Otra teoría explica las causas de las enfermedades psicosomáticas en términos de personas predispuestas al estrés. Es decir, más propensas a exhibir conductas psicosomáticas.
La Asociación Psiquiátrica Americana hace una distinción de las formas en que los factores psicológicos influyen negativamente en el estado físico:
alterando el curso de una enfermedad (lo cual puede ser inferido por una estrecha asociación temporal entre los factores psicológicos y el desarrollo, exacerbación o retraso en la recuperación de la condición médica general),
interfiriendo con el tratamiento de la condición médica general (por ejemplo reduciendo la adherencia al tratamiento médico),
constituyendo un factor de riesgo adicional para la salud del individuo (por ejemplo, causando broncoespasmo en personas con asma)
Así mismo, establece seis tipos de factores psicológicos que pueden influir mediante alguna de las direcciones señaladas arriba:
Trastornos mentales. Un trastorno mental puede afectar significativamente al curso o tratamientos de una condición médica general (por ejemplo, una depresión mayor afecta adversamente al pronóstico del infarto de miocardio, el fallo renal o hemodiálisis).
Síntomas Psicológicos. Síntomas que, sin constituir un trastorno, afectan significativamente el curso o tratamiento de una condición médica general. Por ejemplo, los síntomas de ansiedad afectan negativamente el curso y severidad del asma, el síndrome del intestino irritable y la úlcera péptica.
Rasgos de personalidad o estilos de afrontamiento. El rasgo de hostilidad puede ser un factor de riesgo para la cardiopatía isquémica; un estilo de afrontamiento represor puede retrasar la realización de una operación quirúrgica necesaria.
Conductas desadaptativas relacionadas con la salud. Se trata de comportamientos nocivos para la salud, tales como el consumo de sustancias (alcohol, drogas, tabaco, etc.), el sedentarismo, las practicas sexuales poco seguras (p.ej., posibilidad de contagio de sida), el comer en exceso, etc.
Respuestas fisiológicas asociadas al estrés. Pueden afectar tanto al curso (desarrollo, precipitación, exacerbación, etc.) como al tratamiento de la condición médica.
Otros factores no especificados pueden inducir efectos adversos sobre el curso o tratamiento de condiciones médicas generales (por ejemplo factores demográficos, culturales o interpersonales).
En este trabajo se hará referencia a las enfermedades psicosomáticas, principalmente, cuando las personas afectadas por ellas son niños. Sin embargo, no hay que descuidar que en algunos puntos, es necesaria la generalización con el fin de entender mejor cuales son los mecanismos y caminos que inciden en tales enfermedades.
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