LOS CÓLICOS DE LOS PRIMEROS MESES
Muchos niños tienen dolores físicos desde su más temprana edad que se manifiestan a través de su tracto digestivo. Los inconvenientes surgen después de cada comida en donde al niño se le endurece el estómago y esto le ocasiona fuertes dolores, que se repiten a lo largo del día y durante la noche.
Algunas madres confunden el llanto del niño que tiene cólicos con el del que tiene hambre, basta con palparle el estómago para darse cuenta del dolor que el niño está sintiendo, el niño se retorcerá , su llanto tendrá más fuerza y no se calmará ni aunque se lo acune o se le de de comer nuevamente. Se puede aliviar dicho dolor en forma temporaria con solo flexionarle suavemente las piernas hacia el estómago, o administrarle los remedios que prescriba el pediatra; sin embargo, es importante descubrir si hay factores psíquicos que favorecen a ésta enfermedad., es decir, si vemos que el bebé cuando está al cuidado de otras personas deja de tener los cólicos, es sin duda que algo del medio familiar lo está perturbando y esa es su única manera de transmitirlo.
¿Que es lo que al bebé le afecta?
Rene Spitz menciona a madres con una excesiva demanda y de una fuerte ansiedad con características agresivas, a veces encontramos a madres con humor inestable y algunas oportunidades simplemente se trata de un ambiente ruidoso. Otra de las causas encontradas es el de un exceso de cuidados que no hacen más que molestar al bebé.
El fin que se pretende no es señalar a la madre con un dedo acusador, sino por el contrario, tratar de darle las herramientas necesarias para una educación y crianza del niño más tranquila y más sana. La llegada de un niño trae innumerables alegrías y es un acontecimiento maravilloso como pocos, pero también es generador de un sinnúmero de responsabilidades que recaen en forma total casi siempre en la madre y es muy probable que esto genere angustias, tensiones, frustraciones, ansiedad, rechazo, etc.... lo que proponemos es brindarle a ella un espacio para que pueda poder elaborar todos esos sentimientos y emociones que lleva adentro y también darle el apoyo que necesite.
ASMA
Esta enfermedad, es causada por una obstrucción en los bronquios que dificulta la normal respiración. Generalmente es una enfermedad alérgica, que se da cuando el niño respira el pneumoalérgeno (elemento alérgico que produce dicha obstrucción).
En el bebé se instala durante los primeros meses de vida, si bien su pronóstico depende de la frecuencia de las crisis, se podría establecer que generalmente desaparecen al tercer año. Son causantes del asma los conflictos psicológicos por los que atraviesa el niño en su entorno, ya que el asma generalmente se da en niños dependientes y madres sobreprotectoras que les cuesta muchísimo desprenderse de su hijo. Son madres que dificultan el establecimiento de una relación dual, impidiendo que el niño evolucione hacia su primera separación de la madre.
Como en todas las enfermedades anteriores, es indicador el vínculo entre el asma y la relación del niño con sus padres, relación que comienza no cuando el niño pueda recordar, sino cuando empieza a gestarse su psiquismo. Dijimos antes que el asma del niño es alérgica, pues bien la alergia es un rechazo y el bebé o el niño están manifiestando su rechazo de una manera muy sutil ante las tensiones que él estaría soportando y de las que no se puede desprender.
Los niños perciben e incorporan todo lo que ocurre en su medio: alegría, tensiones, tranquilidad, ansiedad, agresión etc. que de alguna manera repercute en el organismo en la medida que a ese niño no se le permita poner en palabras todo aquello que le está molestando, a su vez, en ocasiones, las tensiones que el niño padece son vividas por él como algo habitual en las familias, no teniendo más remedio que tratar de aceptarlas, aunque luego repercutirán en su cuerpo, esto es porque en algún momento ceden las defensas psíquicas que el niño se ve obligado a adoptar, quedando expuesta y afectada su salud orgánica.
Concluimos haciendo hincapié en la prevención del asma, tratando que las madres puedan asumir la separación progresiva de sus hijos, permitiéndoles que ellos evolucionen hacia una infancia libre de conflictos y enfermedades manteniendo los cuidados adecuados y necesarios para el bebé y el niño sin llegar a extralimitarse.
Muchos niños tienen dolores físicos desde su más temprana edad que se manifiestan a través de su tracto digestivo. Los inconvenientes surgen después de cada comida en donde al niño se le endurece el estómago y esto le ocasiona fuertes dolores, que se repiten a lo largo del día y durante la noche.
Algunas madres confunden el llanto del niño que tiene cólicos con el del que tiene hambre, basta con palparle el estómago para darse cuenta del dolor que el niño está sintiendo, el niño se retorcerá , su llanto tendrá más fuerza y no se calmará ni aunque se lo acune o se le de de comer nuevamente. Se puede aliviar dicho dolor en forma temporaria con solo flexionarle suavemente las piernas hacia el estómago, o administrarle los remedios que prescriba el pediatra; sin embargo, es importante descubrir si hay factores psíquicos que favorecen a ésta enfermedad., es decir, si vemos que el bebé cuando está al cuidado de otras personas deja de tener los cólicos, es sin duda que algo del medio familiar lo está perturbando y esa es su única manera de transmitirlo.
¿Que es lo que al bebé le afecta?
Rene Spitz menciona a madres con una excesiva demanda y de una fuerte ansiedad con características agresivas, a veces encontramos a madres con humor inestable y algunas oportunidades simplemente se trata de un ambiente ruidoso. Otra de las causas encontradas es el de un exceso de cuidados que no hacen más que molestar al bebé.
El fin que se pretende no es señalar a la madre con un dedo acusador, sino por el contrario, tratar de darle las herramientas necesarias para una educación y crianza del niño más tranquila y más sana. La llegada de un niño trae innumerables alegrías y es un acontecimiento maravilloso como pocos, pero también es generador de un sinnúmero de responsabilidades que recaen en forma total casi siempre en la madre y es muy probable que esto genere angustias, tensiones, frustraciones, ansiedad, rechazo, etc.... lo que proponemos es brindarle a ella un espacio para que pueda poder elaborar todos esos sentimientos y emociones que lleva adentro y también darle el apoyo que necesite.
ASMA
Esta enfermedad, es causada por una obstrucción en los bronquios que dificulta la normal respiración. Generalmente es una enfermedad alérgica, que se da cuando el niño respira el pneumoalérgeno (elemento alérgico que produce dicha obstrucción).
En el bebé se instala durante los primeros meses de vida, si bien su pronóstico depende de la frecuencia de las crisis, se podría establecer que generalmente desaparecen al tercer año. Son causantes del asma los conflictos psicológicos por los que atraviesa el niño en su entorno, ya que el asma generalmente se da en niños dependientes y madres sobreprotectoras que les cuesta muchísimo desprenderse de su hijo. Son madres que dificultan el establecimiento de una relación dual, impidiendo que el niño evolucione hacia su primera separación de la madre.
Como en todas las enfermedades anteriores, es indicador el vínculo entre el asma y la relación del niño con sus padres, relación que comienza no cuando el niño pueda recordar, sino cuando empieza a gestarse su psiquismo. Dijimos antes que el asma del niño es alérgica, pues bien la alergia es un rechazo y el bebé o el niño están manifiestando su rechazo de una manera muy sutil ante las tensiones que él estaría soportando y de las que no se puede desprender.
Los niños perciben e incorporan todo lo que ocurre en su medio: alegría, tensiones, tranquilidad, ansiedad, agresión etc. que de alguna manera repercute en el organismo en la medida que a ese niño no se le permita poner en palabras todo aquello que le está molestando, a su vez, en ocasiones, las tensiones que el niño padece son vividas por él como algo habitual en las familias, no teniendo más remedio que tratar de aceptarlas, aunque luego repercutirán en su cuerpo, esto es porque en algún momento ceden las defensas psíquicas que el niño se ve obligado a adoptar, quedando expuesta y afectada su salud orgánica.
Concluimos haciendo hincapié en la prevención del asma, tratando que las madres puedan asumir la separación progresiva de sus hijos, permitiéndoles que ellos evolucionen hacia una infancia libre de conflictos y enfermedades manteniendo los cuidados adecuados y necesarios para el bebé y el niño sin llegar a extralimitarse.
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